James Johnson descubre su rol en la NBA
El alero demuestra una gran madurez en sus declaraciones
La experiencia nos dice que la NBA no promete éxito a casi ningún jugador, que eso es algo que debe trabajarse y conseguir a base de esfuerzo. Además, los jugadores universitarios provenientes de la All-ACC y de primera ronda, históricamente, tienen mayor tendencia al estancamiento. Contra las estadísticas, el alero James Johnson ha vuelto a la liga bajo un contrato garantizado con los Toronto Raptors, tras ser rechazado por numerosos equipos en años anteriores.
Seleccionado en el pick 16 del Draft del 2009, anduvo por numerosas franquicias (Raptors, Kings, Bulls y Hawks) hasta recalar el pasado mes de diciembre en Memphis, firmando en primer lugar un contrato de 10 días con los Grizzlie,s para conseguir un contrato hasta final de temporada como miembro del banquillo. Su trabajo en la ciudad de Tennessee le ha valido el contrato por dos años firmado por el GM Raptor Masai Ujiri. Antes de la rúbrica del mismo, el propio Johnson admitió haber cometido errores en su anterior etapa en Ontario, lo que le ocasionó la salida.
Johnson dijo esperar un rol importante, así como una gran responsabilidad al ser drafteado en la elevada posición del Draft ’09 por los Bulls. El jugador, proveniente de Wake Forest, fue el referente de dicha universidad junto con Jeff Teague, y esperaba poder liderar los Bulls con otro base top, Derrick Rose. El principal problema que encontró fue el de no lograra adaptarse a una posición concreta; demasiado pesado para desbordar a los aleros (LeBron, Durant, PG), y muy pequeño para defender a los ala-pívots voluminosos (Griffin, Nowitzki, Aldridge). Esto se tradujo en problemas en su juego, transformándose en dudas, lo que le encasilló como un jugador de rol en sus primeras temporadas en la NBA.
Como novato, disputó 65 partidos en la primera temporada (09-10), participando en el sistema del entrenador Vinny Del Negro, promediando 3’9 puntos. Pero la temporada siguiente, con la contratación del ex-asistente Celtic Tom Thibodeau, James Johnson se quedó fuera de la rotación, disputando partidos con dos afiliados en la NBA-Development League. Posteriormente fue traspasado a los Raptors a cambio de una primera ronda. Estos primeros años, dice, le «sirvieron de motivación y aprendizaje«, lo que ahora trata de transmitir a los jóvenes Raptors.
Recientemente, James Johnson ha dicho:
«Cada sistema es diferente, noto que no tengo un solo sistema. Ahora comienzo a entender la NBA. Solía ser el hombre clave en Wake Forest junto a Jeff Teague y cuando llegué supuse que lo seguiría siendo en la liga (NBA).»
«Pero aquí todo el mundo ha sido el hombre clave de algún lado, ¿sabes? Esa es la gran lección que le trato de dar a Bruno (Caboclo, rookie actual de Raptors). Ha sido el hombre a seguir allí (en Brasil), pero ahora debe demostrar lo que vale. Trato de ayudar en general a los jóvenes para que no cometan los errores que yo cometí en su momento.»
Durante su primera etapa en Toronto, Johnson tuvo ciertos encontronazos con su actual entrenador, Dwane Casey, a quien ahora admira tras liderar al conjunto al título de la Atlantic Division la pasada temporada.
«Llevo en la liga seis años y habré tenido unos 7 u 8 entrenadores. Volver a un lugar como este, familiar, es algo que siento que echaba de menos; además vuelvo para intentar arreglar las cosas y hacerlo de la manera correcta. Veo (a los Raptors) mejorando en el mundo del baloncesto, tratando de alcanzar los Playoffs y ganar partidos, y por qué no, luchar por el título. Y yo, quiero ser parte de esto.»
La NBA es una liga de roles, está plagada de jugadores talentosos quienes están o bien desaprovechados o bien perdidos en diferentes sistemas de juego, donde por ejemplo se les pide defender y no anotar. Un claro ejemplo fue el de Jermaine O’Neal, un All-Star a quien ‘Doc’ Rivers en Boston le pedía taponar y rebotear, mientras que el pívot quería ser una opción ofensiva; aunque los Celtics no andaban faltos de anotación.
En cuanto a Johnson, dice haber aprendido que su rol es el de energía en defensa y entrega, y de esta manera consiguió resucitar su carrera profesional la pasada temporada en Memphis.
«Siento que tengo quizás el talento del All-Star DeRozan, o de Kyle (Lowry), pero sé que no es eso lo que se me pide.»
«Pero en ocasiones tienes que tener la mente fría, coger las críticas y admitirlo, por eso hoy en día soy más maduro. Espero mi momento y cuando llegue, estaré preparado de dar el siguiente paso.»
Johnson ha aprendido que la liga no es estricta precisamente en cuanto talento. Pero sí lo es en cuanto a los roles, las políticas internas, los límites salariales, los contratos garatnizados y las tasas de lujo. El negocio puede forzar a jugadores con talento a jugar en la D-League o en Europa en caso de que no sepan re-construir su juego. Además conocemos casos de carreras prematuramente finalizadas de aquellos jugadores que no supieron dar ese paso atrás, como Lamar Odom, Michael Beasley, Josh Childress y un largo etcétera.
«No es el típico juego para divertirte que realizas en las pistas de la calle cuando creces. Esto es un constante sacrificio y debemos estar preparados para cuando tengamos que hacerlo. Antes sentía que me estaba cavando mi propia tumba y que estaba apunto de saltar hacia ella. Sabía que tenia el talento y las habilidades necesarias pero no la oportunidad de usarlas. Pero nunca perdí la fe en mí y nunca me rendí.»
Y tanto que no lo hizo, James Johnson ha conseguido un puesto de rotación en la posición de alero con los Raptors, donde junto a Lou Williams dará minutos de descanso a DeMar DeRozan y Terrence Ross. Además, durante esta pretemporada se le ha visto muy activo, dando grandes lecciones en defensa, energía y actitud.
Y vosotros, ¿qué pensáis del cambio de actitud de James Johnson? ¿Estáis de acuerdo en el rol que ha asumido?
#WeTheNorth