Oh, Canada

El idilio con la NCAA

La NCAA y Canadá parecen haber establecido un idilio en lo que a acogida de grandes talentos se refiere, ya que no son pocos los jugadores canadienses que se han hecho con un hueco importante en la liga universitaria estadounidense y que apuntan alto cuando lleguen a profesionales, ya sea en la NBA o en Europa.

El vecino de Estados Unidos se ha convertido últimamente en una inagotable fuente de jugadores con talento que parece que no va a parar de cesar de suministrar a la NCAA. Canadá apunta a convertirse en una potencia emergente hablando en términos baloncestísticos, y gran parte de quienes deben llevar al país a cotas más altas están dejándonos muestras de sus innegables aptitudes en el College Basketball.

 

El impacto de los jugadores canadienses en la liga universitaria cada vez es mayor, prueba de ello fue la elección de Anthony Bennett, ex jugador de UNLV, como número 1 del pasado draft de la NBA.

Ya el año pasado pudimos ver en acción a un gran número de prometedores jugadores canadiense con una gran influencia en la competición, y si además a esto le sumamos el desembarco de Andrew Wiggins en Kansas Jayhawks, creo que es hora de analizar la importancia de los jugadores de Canadá en el baloncesto universitario.

 

Comenzaremos evidentemente por  Andrew Wiggins, un jugador al que al principio se le sobrevaloró por el «hype» con el que venía de High School, y al que ahora quizás se le infravalora porque muchos esperaban que rindiese al borde de la excelencia como ya lo hiciese Kevin Durant en su año en Texas Longhorns. Lo cierto es que si analizamos la temporada del freshman de los Jayhawks desde un punto de vista objetivo, no es para nada mala. Así lo atisban sus casi 16 puntos y 6 rebotes por partido. Se le han dado demasiados palos, inmerecidos en muchas ocasiones. Wiggins aspira a ser el número 1 del draft de 2014 y a llevarse la corona universitaria con los Jayhawks. El mejor jugador canadiense de la NCAA no tiene techo, su potencial es infinito, y seguro que en el March Madness no nos dejará indiferentes No es el mejor jugador universitario de la historia, pero su influencia en la competición está siendo muy elevada. Talento puro podría ser la definición de este excelso jugador que aspira a dominar la NBA en un futuro.

Iowa State es uno de los conjuntos que más nota la influencia de los jugadores canadiense en la competición, ya que dos de sus jugadores claves, Melvin Ejim y Naz Long, han nacido en tierras canadienses. La importancia de Ejim en los esquemas de Fred Hoiberg es vital, un alero senior muy versátil, capaz de jugar tanto por dentro como por fuera  y con buena capacidad reboteadora podría ser clave en cualquier equipo, y Ejim lo es en los Cyclones. Por su parte, el sophomore Naz Long es una de las mayores armas ofensivas de la segunda unidad de Iowa State, ya que supone una constante amenaza exterior. Ejim y Long, Long y Ejim, dos canadienses imprescindibles hoy por hoy para las aspiraciones de los Cyclones.

Aunque si hay que destacar a un jugador que sea tremendamente importante en su equipo, el nombre al que todos se nos viene a la cabeza es el de Tyler Ennis. El freshman de Ontario se ha convertido en el timonel de los Orangemen y en pieza clave del engranaje de Jim Boeheim, todo un seguro que aporta mucha sobriedad y dirección de juego a Syracuse. Boeheim le ha dado galones, ya que juega más de 34 minutos por partido, y Ennis ha respondido. Anota con buenos porcentajes y tiene una buena selección de tiro, rebotea, roba, asiste, defiende… Aunque el dato que demuestra la temprana madurez y el elevado IQ de Ennis es su ratio de asistencias por pérdida, reparte casi 4 asistencias por cada pérdida que comete. Sin duda, hablar de Ennis es hablar del mejor base freshman de la nación.

Otro tipo de jugador canadiense que está destacando en el College Basketball es el prototipo de raza blanca tirador. El ejemplo más claro de ellos es el sophomore de Michigan Wolverines Nik Stauskas, quien está liderando al conjunto de John Beilein al liderato compartido de la que quizás sea la conferencia más dura de la NCAA: la Big10. Y si Stauskas es el líder en Michigan, en Gonzaga lo es Kevin Pangos, el junior es la figura más destacada de unos Bulldogs que están realizando un buen papel pese a las bajas de Kelly Olynyk y Elias Harris. Otro jugador canadiense de muñeca excelsa pero con un rol menos importante que el de Stauskas o Pangos es Brady Heslip, escolta de Baylor Bears que está siendo el referente del banquillo del conjunto de Scott Drew junto con el ala-pívot undersized Rico Gathers. Los tres escoltas acreditan más de un 44% por ciento desde el triple, poco más hace falta para ver que son tres de los mejores tiradores del baloncesto universitario.

Más que meritoria está siendo también la temporada de Oliver Hanlan, el sophomore de los Eagles está siendo de lo poco destacable de un equipo que va a la deriva desde que la competición dio el pistoletazo de salida. Boston College está en horas bajas, pero el nombre de Hanlan ilumina a este college que no está encontrando la senda del triunfo en el curso baloncestístico 2013/2014.

Cabe destacar también a Jordan Bachynski (Arizona State), Chad Posthumus (Morehead State), Khem Birch (UNLV) o Dwight Powell (Stanford) quienes también están teniendo roles muy importantes en sus respectivos colleges.

Canadá está en auge, y sus representantes en la NCAA lo demuestran. Es cuestión de tiempo que vayan afianzándose como una potencia emergente y una alternativa más en los grandes torneos. Porque ya saben juventud y talento, es el cóctel perfecto.

CanadaNCAA
Comentarios (0)
Dejar comentario