Jason Collins saltó a la fama no por su gran juego ni por codearse con grandes personalidades sinó por declararse oficialmente homosexual estando en activo, siendo el primero en hacerlo en las grandes ligas norteamericanas, en un alarde de valentía y sinceridad.
Los Brooklyn Nets lo ficharon con un contrato de 10 días hace unas semanas, y en la misma semana de su incorporación su camiseta fue récord de ventas.
La comunidad ‘gay’ y que gente liberal asombrada por su valentía hicieron posible que su camiseta fuera la más vendida desde su fichaje, algo realmente llamativo.
Parece ser que a Mikhail Prokhorov le sorprendieron gratamente los resultados económicos del fichaje del pívot y ha decidido renovarle hasta el término de la presente campaña.
Sus promedios esta temporada en los pocos partidos que ha juado son de 0,6 puntos, 0,8 rebotes y 0,3 asistencias. Veremos si es capaz de ganarse un hueco en la plantilla de cara a la próxima temporada.