Ayer se despejaron todas las dudas, se convocaba una rueda de prensa en Kansas City en la cual Joel, apoyado por su entrenador Bill Self, anunciaba que tras pensarlo mucho, se presentará al draft de 2014. El pívot camerunés dice sí a la NBA después de la gran primera, y última, temporada en la NCAA donde ha promediado 11,2 puntos, 8,1 rebotes y 2,6 tapones. Su gran físico y la gran mejora tanto en el apartado ofensivo como en el defensivo en los casi tres años que lleva practicando el baloncesto son sus principales bazas, pero la lesión en su espalda por estrés que le ha hecho perderse el final de temporada, incluyendo la March Madness, puede hacerle bajarse de ese número 1 que muchos le atribuyen ya.
Parece increíble que el que parece que será uno de los próximos grandes nombres de la NBA, no practicase el baloncesto hasta que su tío lo convenciese en 2011, ya que sus 213 centímetros estarían mejor aprovechados que en el volleyball que hasta ese momento practicaba. Le gustó, qué duda cabe, y comenzó a entrenarse. Más tarde y con el beneplácito de su padre, coronel del ejército camerunés y ex-internacional en balonmano, participaría en el campus de Luc Mbah a Moute, ahora en Wolves. Su gran papel allí le hizo valedor de una beca para The Rock School, un high school de Florida.
Siguió mejorando su juego y para el año siguiente ya se había ganado una oferta para jugar en los Kansas Jayhawks, donde llega bajo la sombra de Andrew Wiggins y Wayne Selden, aunque desde ESPN ya apuntaban a que sería un ‘center’ fuera de lo normal. Contra todo pronóstico, entró poco a poco en la lucha por el primer puesto del draft de 2014 hasta acabar haciéndose sitio entre el esperadísimo Wiggins, Jabari Parker o Julius Randle entre otros. Algunos dicen que será número 1, desde luego desde su entorno en Kansas lo comparan con grandes figuras como Olajuwon, pero como Nerlens Noel sabe, las sorpresas están a la orden del día en el draft de la NBA.
Todo hace indicar que a sus 20 años, es una joya aún por pulir pero que ya muestra ansia por trabajar y un incipiente juego de pies que habrá que ver en qué queda. Su gran capacidad reboteadora (1º de su conferencia en porcentaje de rebotes atrapados) y defensiva (nombrado mejor jugador defensivo de la Big-12) están en la línea de la nueva hornada de pívots que llegan desde la NCAA, Anthony Davis o Nerlens Noel son dos grandes ejemplos, por lo que se espera que los directivos NBA se peleen por él viendo la mala calidad de los ‘centers’ actuales.
Por la configuración de sus actuales plantillas, aunque pueden pasar muchas cosas de aquí al draft, ni Jazz ni Sixers deberían estar demasiado interesados en él habiendo otras perlas en juego. Además, desde Boston ya han mostrado su agrado por jugadores como Wiggins o Aaron Gordon aunque no me extrañaría nada que fuera una maniobra de Danny Ainge para conseguir el tan esperado pívot dominante, tradicional en las dinastías de los Celtics. Por lo tanto, y si todos los favoritos se declaran elegibles, el número 1 puede depender en gran medida del orden de elección de los equipos y de la espalda de Embiid. Hagan sus apuestas, ¿quién será el próximo número 1 de la NBA?