Sexto y decisivo partido en Atlanta, y no precisamente para los Hawks, sino para la decepción en la primera ronda de playoffs, los Indiana Pacers. Era un todo o nada para el conjunto de Vogel, y se la jugaban a una sola carta, si ganaban 7º y crucial partido para poder pasar, si perdían se iban de postemporada antes de lo normal, y el fiasco que suponía.
Pese a todo, el inicio no fue como al espectador le cabría esperar, puesto que Indiana se encontraron a unos muy aguerridos Hawks, y en todos los sentidos. En lo que refiere a lo deportivo, Teague y Millsap poniendo en apuros a la defensa de los Pacers, y en lo extradeportivo, una trifulca que tuvo como protagonistas a George Hill y Mike Scott. La principal consecuencia de la misma: dos jugadores Pacers, entre ellos Paul George, entraron a la pista desde el banquillo para parar la misma, lo cual está explícitamente prohibido en el reglamente y podría acarrear una sanción de cara al séptimo y definitivo encuentro. Aun así, los de Indiana consiguieron rehacerse e irse con un parcial positivo al descanso, 44-39.
Y dio comienzo la segunda parte del duelo, con idas y venidas de ambos conjuntos saliendo de nuevo Atlanta con más intensidad, hecho que aprovecharon para igualar el marcador a falta del último cuarto, en el que la franquicia de Indiannapolis demostró porque acabaron primeros en su conferencia, endosándole un parcial total de 31 a 21 a los Hawks, gracias de la mano de un espectacular David West, que les sirvió para sellar una victoria necesaria y tranquilizadora.
El último partido se disputara en el Conseco Fieldhouse, y se espera que sea una olla a presión para facilitar las cosas al conjunto local ya que no atraviesa su mejor momento justo donde uno no se puede despistar los playoffs. Veremos si el ambiente que muestre el pabellón sirve para despertar al gigante dormido, Roy Hibbert, que aún no ha parecido en la serie. Podrá ser una victoria de acicate para los Pacers, o una inesperada clasificación si cae del lado de los Hawks. En todo caso, estén seguros que se vivirá un ambiente digno de postemporada de la NBA. Win Or Go Home.