«The Rock» (así era su apodo) ha tardado en llegar al famoso Salón de la Fama del Baloncesto americano, y decimos que ha tardado si comparamos sus logros deportivos con los de otros jugadores de la franquicia que entraron a este Salón antes que él, caso claro el de Chris Webber.
Richmond ha conseguido ser Rookie del año 1989, habiendo sido drafteado en el quinto lugar por Golden State Warriors, sólo Mark Jackson y Larry Bird consiguieron ser Rookie del año en las diez temporadas anteriores habiendo sido drafteados por debajo del quinto lugar, y Damon Stoudamire en los catorce años posteriores, dato que muestra la dificultad de conseguir dicho galardón si no has sido elegido en las primeras posiciones del Draft.
Mitch, también consiguió ser MVP del All-Star Game del año 1995, partido en el que fue máximo anotador del partido con 23 puntos y un porcentaje de tiros casi perfecto (10 convertido de 13 intentos).
La guinda a su trayectoria llegó en 2002, cuando militaba en unos Lakers liderados por Shaquille O´Neal y Kobe Bryant, y dirigidos desde el banquillo por el «gurú» Phil Jackson. Ese año, en las finales por el campeonato, consiguió el título de la NBA que ostenta en su palmarés muy completo, sin hablar de estadísticas individuales, ya que Richmond era un más que fiable lanzador exterior, con unos porcentajes de aciertos notables, además de una gran habilidad para penetrar a canasta. Por todo esto… CONGRATULATIONS THE ROCK!.
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