La evolución de Lionel Hollins

Todos conocemos al Lionel Hollins de su paso por el banquillo de Memphis Grizzlies, pero detrás de este entrenador hay la historia de un jugador que se convirtió en uno de los head coaches más reconocidos de la liga.

El Hollins jugador:

Hollins fue drafteado en el sexto lugar por Portland Trail Blazers desde Arizona State University, en 1975. Era un jugador que medía 1,91 y pesaba 84 kg. Ese mismo año formó parte del Primer Quinteto de Rookies, promediando 10.8 puntos por partido. A lo largo de su carrera, que abarcó diez años desde 1975 hasta 1985, promedió 11.6 puntos y 4.5 asistencias. Formó parte de varios equipos a parte del anteriormente mencionado: 76ers, Clippers, Pistons y Rockets.

Otros méritos suyos son: un Primer y Segundo Equipo Defensivo del Año en 1978 y 1979 respectivamente; en 1978 fue All-Star y un año antes Campeón de la NBA con Portland Trail Blazers. Por último, en 2007, Portland retiró su número 14.

El Hollins entrenador:

A partir de su retirada como jugador de baloncesto, en el 85, formó parte del equipo de asistentes de Arizona State hasta el 88. De la liga universitaria dio el salto a los banquillos de la NBA, repitiendo puesto en Phoenix desde el 88 hasta el 95. Su carrera NBA se detuvo hasta el año 99, cuando fue nombrado entrenador interino en los Vancouver Grizzlies, donde consiguió un récord de 18-42.

Tras unos años en la IBL y USBL (International y United States Basketball Leagues), volvió a tener el mismo puesto en 2004, cuando los Grizzlies se movieron a Memphis. Estuvo unos años sin entrenar de nuevo hasta que en 2008 Scott Skiles, head coach de Milwaukee Bucks por aquél entonces, le contrató como asistente por una temporada.

Al año siguiente, Hollins fue nombrado entrenador de Memphis Grizzlies por tercera vez y entonces empezó su gran etapa como jefe del banquillo de la franquicia. El porcentaje de victorias del equipo pasó en dos años de un 56.1% en la 2010-11,  a un espectacular 68.3% en la 2012-13. Esa campaña consiguió el mejor récord en la historia de la franquicia con 56 victorias y 26 derrotas, llegando a las Finales de la Conferencia Oeste, donde perdieron contra San Antonio.

A final de temporada se hizo saber la intención de la junta directiva de no renovarle. Así fue, pero ahora ha vuelto a aparecer en la primera página de la NBA fichando por uno de los equipos más «lujosos» de la liga, Brooklyn Nets, para las cuatro próximas temporadas.

Siempre se le ha tildado de ser un entrenador de corte defensivo como demostró en Memphis, situando al equipo en el top 10 en lo que respecta a efectividad defensiva. También se ha llegado a hablar de su mal carácter dentro de la pista, a lo que él responde:

«No sé qué quieren decir con la vieja escuela. Tu objetivo es ganar el partido. Cuando se trata de jugar todo se centra en salir y hacer que tú equipo juegue lo mejor y más que pueda. No me considero un ogro, pero cuando vamos al gimnasio tengo expectativas de que trabajemos duro, si vas allí es para hacerlo. Y si no, siempre habrá alguien esperando su oportunidad. Creo que eso es algo común entre todos los entrenadores.»

Cuando le preguntan sobre cómo llegó a ser entrenador, él responde:

«La verdad es que en su momento, cuando jugaba, no me lo planteaba. Llegó el día en que Billy Cunningham, mi entrenador en Philadelphia, me sugirió tal posibilidad. Aunque sí que es verdad que yo era un jugador de equipo, miraba antes por el grupo que por mi. Pero no me di cuenta de que podía hacerlo hasta que Chuck Daily, que me entrenó en Detroit, me dijo que no creía que fuese a contar conmigo como jugador, pero que tendría mi oportunidad en el cuerpo técnico. Aunque lo rechacé, poco tiempo después me encontraba en Arizona State como asistente.»

Este año Lionel Hollins se enfrenta ante un gran reto, conseguir que Brooklyn Nets entre en PlayOffs, además de hacer resurgir a Deron Williams y Kevin Garnett y crear un bloque que pueda plantar cara a las grandes potencias del Este. Desde luego, experiencia no le falta y la capacidad de hacer grupo, tampoco.