Mañana intensa en la calle Capitán Haya, 39. El hotel Meliá Castilla congregaba a una cantidad de medios numerosa en una de las salas del hotel, y es que, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, José Luis Saez, saltaba a la palestra para hablar del futuro de la selección después del monumental batacazo que sufrió el combinado nacional el pasado miércoles ante Francia.
Un tema sobresalía por encima del resto, y un nombre estaba en la boca de todos, Juan Antonio Orenga. El seleccionador se encontraba en el ojo del huracán y muchos pensaban que hoy sería su último día al frente de la selección cuando nada más terminar el encuentro del miércoles, y después de la manifestación al unísono de la totalidad del Palacio de los Deportes bajo el cántico de «Orenga dimisión«, el presidente de la FEB anunciaba una rueda de prensa para el día de hoy.
Una vez Saez se puso delante de los medios, y sin la aparición de Orenga, el ambiente que se respiraba era de tranquilidad. Los más veteranos periodistas murmuraban «nos han hecho venir para nada, no va a haber noticia«. El presidente no perdió su oportunidad, y alabó la organización del mundial, para él, sin precedentes, y situándola en lo más alto en comparación con las ya realizadas.
Una vez concluyó su turno y dando a la prensa la posibilidad de preguntar, el presidente se puso el traje de acero, esperando los golpes de una sala que quería sangre.
«Hemos hecho una preparación, y primera fase increíbles, todos lo sabéis. Hemos tenido solo un partido malo, con la mala su erte de que era Francia, y nos ganó».
Cuando se le preguntó por Juan Antonio Orenga, el presidente fue claro.
«Llegado el momento analizaremos lo sucedido con calma y se tomaran medidas si es necesario. De momento no nos plateamos cesar al seleccionador de su cargo, sería un autentico error, una falta de respeto».
«Lo más fácil, para mi, y ante la petición popular, sería echar a Juan Antonio, pero sería de cobarde, y no lo soy. Además, centrar la eliminación en su persona no es justo, somos muchos los que estamos en este barco, incluyendo a los jugadores».
No se pasó por alto las palabras de Juan Carlos Navarro nada más acabar el partido en las que decía que no se había preparado bien el partido, al igual que la ausencia de Marc Gasol y Sito Alonso, el segundo de Orenga, el día antes del partido.
«La salida de Marc a Barcelona es un tema excepcional, y sucedió en su día libre», en cuanto a las palabras de Navarro, el presidente declaró, «Navarro matizó sus palabras en privado con sus compañeros y con su entrenador, cuando uno está caliente se dicen las cosas sin pensar».
Se le pidió al presidente asumir una crítica y negar otra, ante esta cuestión se mostró tenaz, «no estoy para nada de acuerdo con que la culpa sea, en su totalidad del seleccionador. Y si que acepto que jugamos mal, y pudimos hacerlo mejor».
Por último, el presidente de la Federación Española de Baloncesto no se quiso mojar en torno al futuro de la selección y de la posibilidad de que el del miércoles fuera el último partido defendiendo a España de muchos de los jugadores que tantas alegrías nos han dado, como Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes o José Manuel Calderón.
«Yo no he oído a nadie decir que lo deja, en Pekín, Londres o Japón si que hubo jugadores que manifestaron su fin con la selección, pero a día de hoy, ninguno de los jugadores ha dicho nada, otra cosa es que en un tiempo, reflexionen y decidan poner punto y final a su vinculación con el grupo. No debe ser fácil para ellos asegurar su presencia en la selección los próximos años después del palo recibido. Ojalá continúen, les esperamos con los brazos abiertos», además se atrevió a aventurar un buen futuro para nuestra selección, «vienen jugadores muy buenos, vamos a formar el mejor grupo posible de cara a los próximos eventos».
@cualmono13