La desmesurada demanda de entradas para ver en directo a los Cleveland Cavaliers ha obligado a los Cavs a implantar un sistema de lotería para vender dichas localidades. Todo comenzó cuando LeBron James anunció su regreso a la que fue su casa durante siete años después de cuatro temporadas vistiendo la camiseta de Miami Heat. A las ocho horas de conocerse la noticia, los abonos de temporada se agotaron al completo.
Los Cavs habrían reservado aproximadamente unas mil doscientas entradas para los partidos que el equipo dispute como local, las cuales no serán puestas en manos de corredores para su posterior venta, sino que la propia franquicia las administrará directamente. Vistos en esta situación que ha estado colapsando las oficinas del equipo, los de Ohio han diseñado un sistema de lotería para repartir y vender las entradas. Los aficcionados deberán inscribirse a inicios de mes para el partido al que quieran asistir. Más adelante se elaborará un sorteo cuyos ganadores podrán comprar un máximo de seis entradas, independientemente de si residan en Cleveland o no. En caso de no estar entre los afortunados, el aficcionado no podrá volver a participar en el sorteo hasta pasados dos meses.
El precio varía según el partido al que se asista, aunque los Cavaliers han informado que el coste medio será similar al de los asientos de las gradas superiores de la temporada pasada.
Curioso el sistema adoptado por la franquicia, el cual estoy seguro que se librará de ser comentado en más de una ocasión.