Buenas noticias para Greg Oden. Tras haber emitido un recurso con el objetivo de retrasar el juicio, que se iba a celebrar el 22 de octubre, hemos podido saber que el juez lo ha aceptado, de manera que finalmente tendrá lugar el próximo 19 de noviembre en Indianápolis. Sin embargo, el ex de los Heat está obligado a seguir llevando el localizador GPS, debido a lo cual el abogado del jugador ha presentado otro recurso con la intención de deshacerse del GPS. No obstante, aún no hay novedades respecto al mismo, de acuerdo con las declaraciones del portavoz de la oficina del Fiscal de Marion.
A Oden se le imputan cargos de delito grave por lesiones físicas graves, además de otros dos leves por agresión tras agredir a su ex-novia el pasado 7 de agosto. En la madrugada de aquel día, se alertó a la policía de Lawrence, Indiana; y tras llegar a la casa de la madre del jugador, se encontraron un sofá ensangrentado y una mujer con varios cortes y golpes en la cara. Tras enviarla a urgencias, se pudo saber que tenía la nariz rota, una laceración en la frente y un ojo hinchado, que fueron consecuencia de al menos tres golpes de acuerdo con los informes. Ante ello, la única excusa del que fuera no.1 del Draft de 2007 fue que estaba «fuera de control».
Las consecuencias no se quedarán únicamente en el GPS, que se le impuso para que pudiera salir del estado, sino que lo más probable es que vea cómo se trunca su carrera, pues tras acabar su contrato de 1 año con Miami y, por tanto, ser agente libre, parece complicado que alguna franquicia quiera firmarle, más aún sabiendo que a lo largo de su trayectoria en la NBA se le ha conocido más por sus lesiones que por sus actuaciones en la pista.
Sin embargo, este no es el único caso de violencia de género en el mundo del deporte, pues la NFL también se ha visto salpicada tras los casos de Ray McDonald, Greg Hardy y, más especialmente, Ray Rice, quien fue grabado agrediendo a su mujer en un casino de Atlantic City.