Aquí nos hallamos, dispuestos a descubrir el posible rol de los tres bases con los que cuenta la franquicia de Denver este año. Sin dudarlo, es en esta posición donde Denver tiene a su mejor jugador, Ty Lawson (con el respeto de Faried) y a un gran sexto hombre (y buen titular también) de la liga, como es Nate Robinson. Además, el rookie Erick Green, procedente de Italia, puede aportar también en momentos concretos. Pasemos a su análisis:
Ty Lawson
Como ya hemos dicho, es junto con Faried el go-to-guy de la franquicia, de la que lleva formando parte los 5 años que lleva como profesional (elegido por los Wolves y traspasado inmediatamente). A lo largo de estos años, el jugador ha ido progresando en su liderazgo dentro y fuera de la pista, alcanzando su pico estadístico la pasada campaña con 17.6 pts. Y 8.8 ast, consolidándose como jefe del vestuario, aunque demostrando en ocasiones que esto le quedaba un poco grande todavía.
Aunque Lawson parte como claro base titular, aún tiene mucho que demostrar en la liga si quiere consolidarse como uno de los bases TOP del Oeste y acercarse al nivel de Curry, Paul, Westbrook o Parker.
Aunque sea un anotador prolífico (pese a su 36% de acierto en triples en 2013-2014, algo pobre), a lo largo de las temporadas ha aprendido a asistir con más frecuencia, aunque su principal arma continúa siendo su endiablada velocidad, que lo convierten en uno de los más explosivos de la liga.
Se espera de Lawson que sea la clave ofensiva y el líder que lleve a Denver a los PlayOffs.
Nate Robinson
El point-guard «suplente» de Denver, un jugador que puede ser muy importante si recupera el nivel que mostró en Chicago en 2012-2013 como principal revulsivo desde el banquillo o incluso ganándole la partida a Lawson en algún momento puntual (también pueden jugar los dos juntos).
Una lesión hizo que el año pasado jugara solo 44 partidos, consiguiendo dobles dígitos en el promedio de anotación como dato más destacado.
Este año volverá a ser clave si sigue valiéndose de su portentoso físico y de esos intangibles que necesita todo gran jugador, como cierta intimidación (pese a su altura) y su valor, que en algunos puntos se puede llegar a convertir en un exceso de locura y esa actitud ganadora que muestra siempre.
Erick Green
Un jugador del que sabemos poco a parte de que despuntó en la universidad y que la pasada campaña jugó en el Montepaschi Siena, en Italia.
De él dicen que es un gran anotador pero pésimo distribuidor, algo que sin duda necesita arreglar para destacar en la NBA. Si se adapta a la liga puede dar minutos de descanso y calidad a los bases titulares. Sin embargo, es una incógnita si estará a la altura si, por ejemplo, las lesiones u otros motivos le obligan a jugar más minutos.