De sobra es conocida la importancia de un jugador como Amir Johnson en el campo. Su esfuerzo, dedicación, voluntad y aportación suman un gran potencial al equipo Raptor, sobretodo gracias a la facilidad del jugador por conocer y mejorar cuanto se necesita de él. Según palabras del escolta DeRozan:
«Cuando [Amir] se pone en marcha, todo el mundo [se emociona]. Es nuestro corazón y alma.«
Pese a todo lo positivo, el peor aspecto de Johnson es su salud física, y es que su debilidad en los tobillos hacen que la función principal en la que se focaliza el equipo médico de Toronto es en mantener a Amir en pista. Para ello, el jugador se ha pasado gran parte de sus vacaciones de verano en Santa Bárbara (California) junto a su rival por los minutos, Patrick Patterson en el centro de P3 (Performance Peak Proyect). Este centro busca estudiar las situaciones que ocasionaban un riesgo de salud innecesario en el cuerpo de los deportistas. Científicos especializados en deporte, médicos, podólogos y fisioterapeutas se dedican a recaudar información sobre cada atleta, estudiando áreas problemáticas y ayudando a crear un régimen de entrenamiento personalizado con el objetivo de mejorar la salud.
Sobre esto, el fundador y director de P3, Marcus Elliott dice:
«Todo lo que hacemos es sobre el movimiento. evaluamos a los chicos para posteriormente estudiar los datos en un análisis de laboratorio mediante 3D-motion. El estudio estudia todo lo relacionado con la forma en que se mueven, usan su fuerza, la forma en la que pisan, saltan, en general, la manera en la que se mueven en la cancha de basket.»
Y a buen seguro que los resultados obtenidos son muy favorables ya que el otro protagonista en discordia, Patterson, les alababa afirmando:
«Ellos tienen un zona específica donde estudian, un laboratorio de última generación, que es un edificio para y por el entrenamiento del atleta. No estudian el baloncesto, sino los movimientos. Estás allí cada día y vas a una zona parecida a una cancha de básket y juegas como sabes. Posteriormente te estudian diferentes profesionales, podólogos, médicos y otros especialistas en lesiones crónicas que no se han recuperado al 100%.»
«En definitiva, eligen las zonas más problemáticas de tu cuerpo, y las mejoran.«
Volviendo a Amir Johnson, sus zonas de mayor problema eran obvias; años y años forzando sus tobillos, jugando sin recuperar esguinces, los habían dejado débiles. Gracias a las pruebas de P3, se estudió que Johnson solía caer apoyando los dedos de los pies, lo que aumentaba su riesgo de esguinces. Algo similar se estudió en el otro alapívot Patterson, quien tras su segundo verano en P3, su historial es abundante con más análisis realizados.
«Lo primero que hacen al llegar es probarte físicamente, para ver todo lo que tienes. – Afirma Patrick Patterson -. Te ponen el típico traje de videojuegos (como el usado para captar movimientos para el NBA 2K de 2K Sports) y te dicen si has progresado o no durante toda la temporada. Te dicen cuáles son o siguen siendo tus debilidades así como tus puntos fuertes, que tienes que seguir mejorando. Además, les puedes contar cuáles son tus problemas y sensaciones y que con ello te ayuden a mejorar desde el primer día.»
Tras compartir los datos obtenidos en el P3 con Johnson y explicarle la importancia de su apoyo con los pies se le inculcó el hecho de que aterrice con dorsiflexión (aterrizar con pie y no con dedos). P3 trabajó con él buscando su comodidad, enseñándole todo sobre cómo plantar sus pies tras el salto, y este pequeño cambio supuso una ventaja enorme.
Johnson pudo demostrar en la pasada victoria frente a los Hawks como ha mejorado en el salto y captura de rebotes, logrando 16 puntos, y 10 rebotes, sumando 4 tapones lo que supone un impulso en su juego físico.
«Uno se siente más sólido. Sé que aún no he alcanzado el objetivo, que queda camino por recorrer, pero en el aspecto físico (fuerza, potencia), me siento más tenaz.»
Es innegable pues la efectividad de los resultados logrados, aunque el proceso de recuperación debe ser progresivo. Es por esto que en la derrota frente a los Heat el alapívot no se vistió de corto.
«La potencia del miembro inferior de su cuerpo es un 12% mayor. – Afirma Elliot-. Eso significa que ha ganado hasta 3 pulgadas de salto. Asimismo, su aceleración es mayor también, así como su movimiento lateral. Todas estas piezas son importantes para su rendimiento, pero lo más importante es, sin duda, conseguir mantenerlo en pista.»
El coach de los Raptors, Dwane Casey, también se sorprendió ante el alto rendimiento de su jugador en la noche de apertura, y se muestra encantado de ver los frutos de toda la dedicación estival.
«Siempre acaba con rasguños. Es por eso por lo que le gusta tanto el juego; es siempre un guerrero y se viene arriba canalizando dicha energía. Ayer por la noche su actuación fue producto de su propio sentimiento de confianza. Su sensación fue muy buena.»
Actualmente, lejos de la central de P3 en Santa Bárbara, Amir sabe bien cuál es la clave para seguir mejorando en su rendimiento, su compromiso.
«Es simplemente eso (mantenimiento). Tras una temporada difícil, pregunté a tres doctores diferentes si necesitaba cirugía en mis tobillos. Dijeron que realmente no la necesitaba. Seguí adelante, decidido a hacer las cosas bien y apoyándome en P3 me aseguraré de reforzar mis tobillos. Hice eso durante gran parte del verano y ahora por fin me siento mejor.»
Parece que la franquicia de Ontario deberán apoyarse en los de P3 para mejorar también los tobillos de Lou Williams, o la espalda del maltrecho Landry Fields entre otros.