Una noche después de que Carmelo Anthony alcanzara los 20.000 puntos en su carrera en la NBA, Jamal Crawford alcanzaba otra cifra redonda que es más que digna para un jugador que jamás ha sido primera espada en ningún equipo debido a su enorme capacidad anotadora saliendo desde el banquillo.
J-Crossover, llega a los 15.000 puntos. Un anotador puro, un tipo imposible parar cuando puede apuntar antes de disparar, un jugador con una asombrosa facilidad para calentar la muñeca y meter tiros que parecen imposibles. Un bailarín en la pista que ha destrozado tantos tobillos como puntos ha logrado en su carrera. Uno de los artistas principales de este espectáculo que es la NBA. Sin duda es ese tipo de jugador que divierte y que nadie quiere defender, el que más basket callejero desprende de toda la liga. Múltiples driblings en medio de un partido como si de un 1×1 en una cancha de cemento y con cadenas, en lugar de cuerdas, colgando de un aro metálico se tratara. Como si estuviera jugando en una pista de su Seattle natal.
Allí, en Seattle nació un 20 de marzo de 1980. La Universidad de Michigan le reclutó en su día para jugar en los Wolverines, en los que Jamal estuvo durante un año con promedios de 16.6 puntos, 5.4 asistencias y 2.8 rebotes por partido. Al final de esa única temporada en la Universidad se declaró elegible en el draft y fue seleccionado por los Cleveland Cavaliers, que le mandaron mediante traspaso a Chicago, donde jugó sus primeras 4 temporadas en la NBA. La Ciudad del Viento no vio al gran jugador que es Jamal hasta su última temporada allí, en la cual promedió 17.3 puntos y 5.1 asistencias y en el que se incluye un partido de 50 puntos contra los Raptors. Hablamos del año 2004, en el que al finalizar la temporada fue traspasado a New York Knicks, donde compartiría vestuario con Stephon Marbury, otro jugador de características similares y con el que compartiría la posición de base.
Su número 11 ha brillado(siempre que ha podido) en su espalda como homenaje a su gran ídolo, Isiah Thomas. Con ese número 11 ha logrado grandes hitos, como los 52 puntos que le endosó a los Miami Heat de Shaquille y Wade en el Madison Square Garden. Tras su etapa en los Knicks, fue traspasado a los Warriors, un equipo que encajaba perfectamente en su estilo de juego. En Okland el run and gun era santo y seña con jugadores como Baron Davis o Monta Ellis. Con los Warriors, como no, tuvo también un partido de 50 puntos y se convirtió así en el cuarto jugador de la historia que anotaba más de 50 con tres equipos diferentes –Wilt Chamberlain, Bernard King, Moses Malone–. Tras un gran año los Warriors le traspasan a los Atlanta Hawks.
En los Hawks Jamal por fin pudo disputar un partido de playoffs además de batir marcas como la de 24 jugadas de 3+1 superando a Reggie Miller o consiguiendo el galardón a mejor sexto hombre del año. En Atlanta jugó durante dos años, clasificándose ambos para la postemporada, pero no yendo más allá de la 2ª ronda en ninguno de los dos. Finalmente, los Hawks le traspasan a Portland, donde hace un gran papel durante un año y queda por detrás de James Harden como mejor sexto hombre.
Tras una única temporada en los Blazers, a Jamal le llega su gran oportunidad en Los Ángeles Clippers, que habían formado un equipo campeón con Chris Paul y Blake Griffin. Jamal está siendo un jugador importantísimo durante las dos temporadas que lleva en Hollywood. Ha conseguido nuevamente el premio a mejor sexto hombre, pero el objetivo es claro, conseguir por fin un anillo.
En fin, todos conocéis al gran Jamal Crawford. Tiene ya 15.000 puntos, siendo toda su carrera un jugador de banquillo. Pensad en el tremendo mérito que eso tiene…
¿Podrá llegar a los 20.000? Será complicado –tiene ya 34 años–, pero sea como sea no me cabe la menor duda de que seguiremos disfrutando de su basket y de jugadas como estas.