Con muchas dudas ha empezado el antaño equipo pobre de LA, después de varios años juntos, se presumía que la plantilla explotaría definitivamente este año, sin embargo una pretemporada preocupante y un inicio titubeante sembraban las dudas en el seno de la franquicia. Después de una inapelable derrota ante los Warriors, recibían a los siempre intensos Blazers, que están dispuestos a colarse entre los mejores de la Conferencia Oeste pese a quien le pese. La capacidad anotadora desde el exterior de los de Oregón ya había sembrado el caos para los de Doc en pretemporada y con una defensa Clipper en crisis, más de uno esperaba un verdadero festival. Lo fue, pero el descanso invirtió tendencias y los Blazers tuvieron momentos de atasco ofensivo que sus estrellas no supieron resolver.
El partido comenzaba con sorpresa ya que Doc Rivers decidía alinear al Mejor Sexto Hombre de la temporada pasada como alero titular en detrimento de Matt Barnes, quien no encuentra su juego después de su reconversión física de verano. El gran quinteto de los de Stotts, uno de los mejores de la liga, y el bajo nivel exhibido por el californiano propiciaron un cambio, pocos se esperaban que fuese por Crawford, ya que impulsa en gran medida a la segunda unidad, pero las cosas no podían seguir así. El primer cuarto se convirtió en un bombardeo de los Blazers desde la media distancia y sobre todo, la línea de 3, cuando observaron que con una sucesión de pases desarbolaban toda la defensa de los locales. Redick, Griffin y Paul intentaban igualar la sangría anotadora que Robin López, sí, habéis leído bien, lideraba junto a Lillard. Los rebotes volvían a ser la asignatura pendiente de los Clippers y Matt Barnes era el primer cambio buscando reordenar a la defensa. 38-33 y los de LA estaban vivos sin saber muy bien cómo.
El segundo cuarto se convirtió en un verdadero tira y afloja que empezó con los suplentes de los Clippers recortando distancias a pesar del gran trabajo de Kaman en el tiro de media distancia y el rebote, sobre todo ofensivo. Sin embargo, era un espejismo, los Blazers se ponían el mono de trabajo y sus titulares alargaban la diferencia hasta los 13 puntos (60-47) hacia el final del periodo, un esfuerzo final de Redick, buzzer-beater incluido, acortaría la ventaja a 9. A Griffin, con molestias estomacales, se le notaba falto de explosividad e incómodo, no parecía el ala-pívot que rompía a sus pares con dos botes y un amago. Sus fundamentos aún no han alcanzado su cénit y a pesar de un juego al poste más que correcto y un tiro en clara progresión, necesita de sus entradas físicas para causar pavor en el rival. Mientras tanto, Aldridge se unía a su compañero de zona y calentaba su muñeca de cara a la segunda parte.
El entretiempo le servía a la franquicia de Steve Ballmer para recuperar su esencia y para realinear su defensa, si en la primera parte veíamos una presión del balón en el bloqueo y continuación lamentable que desembocaba en tiros abiertos de los Blazers, en la segunda vimos mejoría en ese aspecto, viendo las tendencias de la temporada aún queda trabajo por hacer. Por otro lado, los locales recuperaron parte de la garra y el corazón que siempre les ha caracterizado, el público por fin se metía en el partido. Si Jordan reboteaba al nivel que nos tiene acostumbrados, acabó con 14 rebotes, Griffin capturaba su segundo rechace nada más comenzar el tercer cuarto. En el bando contrario Lamarcus Aldridge demostraba que la temporada pasada no fue un espejismo y que viene para quedarse, sus jump shots valen el precio de la entrada y acababa el cuarto con 19 puntos. Mientras tanto seguía con su proyecto de triple-doble y aportaba en ambos lados de la cancha con consistencia. Una racha de genialidad de Crawford, 3 triples, y JJ Redick, que consiguió un 3+1, ataba el cuarto y ponía por encima a los Clippers. A pesar de todo, McCollum y Aldridge igualarían el partido (79-79) al término de los 36 minutos.
El final y decisivo cuarto viviría un duelo de grandes bases entre CP3 y Lillard, que demostraron por qué fueron elegidos All-Star en año pasado. Los Clippers, con mucho mejores sensaciones, impusieron un ritmo alto y forzaron varias pérdidas de los visitantes, un poco enfadados con los árbirtros, Redick seguía anotando mientras Paul manejaba los tiempos como sabe hacer, sabiendo cuándo tirar y cuándo asistir. ¿El resultado? Los Clippers se escaparon definitivamente a pesar de los intentos de Batum, Aldridge y sobre todo Lillard de llevarse la victoria del Staples Center. Tan sólo una sucesión de canastas ‘clutch’ de Lillard, de esas que se le dan tan bien, metería a Portland en los minutos finales. Sin embargo la muñeca de Paul no falló y cuando lo hizo Jordan palmeó el rebote para cerrar el partido. Partidazo con todas las letras.
Notas
–Glen Davis debutó esta temporada tras estar lesionado los primeros 5 partidos, 0 puntos y 0 rebotes en un inicio para olvidar. Debe encontrar su ritmo.
-Después de un 6-7 en T3 en el primer cuarto, los Blazers se desinflaron y acabaron con un 10-25 en triples. Se notó la mejoría defensiva de los Clippers a medida que avanzaba el partido, Barnes y sobre todo Jordan, buena defensa sobre LA Train, tuvieron culpa de ello.
–Spencer Hawes firmó otro partido para olvidar, últimamente no le salen las cosas. Además se ha conocido que molestias en el pie le llevarán a una restricción de minutos hasta nuevo aviso.
–El refugio de los Clippers fue la media distancia ya que un 5-12 en tiros de 3 demuestra que la gran anotación de Paul, Crawford y Redick vino tras jugadas colectivas alrededor de la bombilla.
–Batalla de los banquillos: 5 a 13 para los Blazers. Sin Crawford y con Hawes, Barnes y Farmar con mala muñeca, la poderosa unidad de reserva de los Clippers no estuvo anoche.
–Mejores jugadores:
+JJ Redick: 30 puntos (11-13), , 1 asistencia y 4 rebotes.
+Damian Lillard: 25 puntos, 8 asistencias, 7 rebotes y 5 pérdidas.
+CP3: 22 puntos, 11 asistencias, 4 rebotes, 1 robo, 0 pérdidas y 1 tapón a ¡Robin López!
+Lamarcus Aldridge: 21 puntos, 10 rebotes y 2 asistencias.