Probablemente, si ahora mismo se realizase una encuesta entre los aficionados a la NBA sobre cual creen que es el equipo con el mejor banquillo hasta el momento, muy pocos responderían que los suplentes de los Bucks son los mejores de la liga, al menos estadísticamente hablando.
Pero lo cierto es que si comprobamos las cifras vemos cómo el banquillo de la franquicia de Wisconsin no sólo lidera el apartado de anotación (45,4 puntos por partido en lo que llevamos de Regular Season) sino que también lo hace en el de asistencias (10 por encuentro) y también destaca en robos (4 por partido), tapones (3,1 por partido) y rebotes (16,1 capturas por partido) donde es segundo, tercero y séptimo respectivamente.
Además, en términos globales, los suplentes de los Bucks (Mayo, Antetokounmpo, Henson y compañía) han anotado 126 puntos más que los jugadores suplentes de sus rivales (318-192 hasta el día de hoy)
Por otro lado, también hay que decir que es el segundo banquillo que más pérdidas comete (7,4 de media en los siete partidos que se llevan disputados) sólo por detrás de los suplentes de los Warriors, pero este dato podemos relacionarlo más bien con la falta de experiencia de muchos de los jugadores y seguramente irá disminuyendo conforme pasen los partidos y los jugadores se vayan acoplando a todos los sistemas planteados por el entrenador (recordemos que la plantilla de los Milwaukee Bucks es la más joven de entre las treinta que forman parte de la NBA con una media de tan solo 24 años de edad.
Y es que viendo todas estas cifras no es de extrañar que hasta el momento el joven equipo dirigido por Jason Kidd este realizando una temporada más que decente (3-4) a pesar del difícil calendario al que se está enfrentando en este inicio de campaña (destacar sobre todo las victorias frente a Memphis e Indiana y la buena imagen mostrada ante otros equipos teóricamente superiores como los Chicago Bulls y los Charlotte Hornets) y de la inexperiencia de muchos de sus jugadores. Veremos si los Bucks (y su banquillo) pueden seguir manteniendo este nivel a lo largo de la temporada.
Una segunda unidad de calidad es clave para cualquier equipo que quiera llegar lejos, sobre todo para los equipos sin grandes estrellas que necesitan tener más amplitud de opciones. En este plano agregaría el trabajo que hacen en Sacramento y que ha traído sorpresas al inicio de la liga.