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Brooklyn Nets ha tocado fondo. O eso esperan sus fans, que esta pasada noche no daban crédito ante una nueva derrota de su equipo en el Barclays Center, más dolorosa si cabe al producirse ante Philadelphia 76ers, uno de los peores equipos de la competición.
El equipo de Brett Brown sumó su sexta victoria, 90-88, gracias a un mate de Noel tras gran jugada de Michael Carter-Williams. Los Sixers fueron a remolque todo el encuentro, pero nunca tiraron la toalla y aprovecharon la desidia local para no descolgarse nunca del partido. El hambre de los visitantes, que hasta este partido acumulaban un récord de 5-29, propulsó un parcial final de 10-2 que acabó dando la vuelta al partido. Brooklyn tuvo una última oportunidad, con 3 segundos en el marcador, pero el equipo fue incapaz de construir ninguna jugada y el balón acabó en manos de Brook Lopez más allá de la línea de triple. Su tiro, bien punteado por la defensa visitante, apenas tocó aro. La cara del jugador al final del partido lo decía todo.
El encuentro comenzó con ambos equipos anotando a placer ante la inexistencia de las defensas. Jack, con 6 asistencias en el primer cuarto, dirigía con seguridad a los Nets, que acabaron con más de un 60% en tiro de campo en este periodo. Poco a poco, Philadelphia comenzó a ceder terreno, acabando el periodo 9 puntos abajo, 23-32.
Brooklyn era superior, pero no conseguía hacer romper el partido. Philadelphia aprovechó la presencia de Brook Lopez, incapaz de cerrar la zona, para conseguir hasta 8 rebotes ofensivos en el segundo cuarto. En el primero no habían conseguido ni uno. Esto apretó el marcador, 38-40 en el minuto 18. Lejos de estar controlado, el partido entró en una fase de despropósitos, con errores constantes por ambos bandos pero con Philadelphia produciendo poco a poco ante el atasco de Nets. Al descanso, ventaja mínima para los locales, 45-46.
En la reanudación, Brooklyn espabiló, marcando un parcial de 12-2 de salida ante la tierna defensa visitante. Parecía que el partido podría romperse, pero los de Brett Brown consiguieron mantenerse vivos, llegando al final del tercero aún con posibilidades, 64-71. Los Nets habían dominado el rebote, gracias especialmente al esfuerzo de Mason Plumlee, que a estas alturas ya había logrado los 15 puntos y 15 rebotes con que finalizó el partido.
En el último cuarto vino la debacle local. La ofensiva Net fue limitada a un 33% en tiro de campo y cometiendo 6 pérdidas. En el otro lado de la pista, Philadelphia circulaba bien el balón, logrando asistir en 8 de los 11 tiros de campo que intentó, que acabó resultando en un 69% de tiro. Covington con un triple y Wroten con un 2+1 pusieron por delante a Phila con algo más de 2 minutos por jugarse. Tras unos ataques fallidos, Lopez empató el partido a falta de 25 segundos, pero luego fue incapaz de cerrar la penetración de Carter-Williams y Noel consiguió la canasta que significó la victoria.
Covington volvió a cuajar una gran actuación ante Brooklyn, siendo el máximo anotador del partido con 20 puntos. Mbah a Moute aportó 16 tantos, además de frenar eficazmente a Joe Johnson. Carter-Williams hizo de líder en la pista, acabando con 8 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes.
Del bando local, Brook Lopez fue el máximo anotador con 18 puntos. Su calidad ofensiva está fuera de toda duda, pero su rendimiento defensivo está cada vez más en entredicho, por no decir su capacidad reboteadora. Un ejemplo claro de este aspecto se vio en el tercer cuarto, cuando el All-Star perdió la concentración durante un tiro libre de Philadelphia, desesperando al asistente de Lionel Hollins, Tony Brown.
Brook Lopez desperating Tony Brown, Nets Assistant Coach, with his rebounding awareness. https://t.co/CTbPx6jdq4
— Redes De Brooklyn (@RedesDeBrooklyn) enero 10, 2015
Jarrett Jack sumó un nuevo doble-doble, 14 puntos y 10 asistencias, siendo en muchas ocasiones el único jugador de Brooklyn capaz de generar juego. Otra de las pocas notas positivas para los locales fueron los 15 rebotes de Plumlee, su récord en la NBA.
Los Nets suman su cuarta derrota consecutiva, y visitarán mañana la cancha a un equipo que está viviendo un momento muy dulce pese a la última derrota, los Detroit Pistons. Philadelphia recibirá esta noche a Indiana Pacers.