Horas antes del partido que enfrentaría a los Sacramento Kings y a los Philadelphia 76ers, DeMarcus Cousins dijo que la temporada del cuadro californiano había sido un circo, por todos sus altos y bajos. El pívot habló de un año decepcionante y se culpó por parte de los malos resultados, sin embargo, «Cuz» puede decir lo que sea fuera de la pista porque dentro su baloncesto habla por sí solo. La estrella de los Kings tuvo un partidazo y colaboró de principio a fin en la victoria de 107 a 106 ante los Sixers, la tercera al hilo para Sacramento.
Cousins tuvo grandes números en todos los registros: 33 puntos, 17 rebotes (7 de ellos ofensivos), 4 robos, 4 bloqueos y 3 asistencias. El pívot hizo de todo, a pesar que la gente de Philly tenía como objetivo primordial frenarlo, como contó al final del encuentro el alero de los Sixers Robert Convington:
«El entrenador quería que bloqueáramos en grupo a Cousins… Una vez que hacía sus movimientos no iba a lograr acercarse con el balón… Preferimos que otros trataran de atacar en lugar de que él recibiera el balón y haga jugadas».
La táctica tuvo un resultado parcial en el encuentro, por un lado redujo a los Kings a terribles números de lanzamientos de campo: 36 por ciento en total y 35 desde la línea de tres, donde Sacramento solo marcó 7 intentos; por otro lado, Philadelphia se fue al descanso al frente en el marcador con un parcial de 70 a 63. Tras encajar en la primera parte tantos puntos, George Karl decidió hacer ajustes defensivos y presionar a sus rivales, que de paso no habían ganado sus últimos 15 encuentros como visitante. El coach de los Sixers, Brett Brown habló de esta reacción de los Kings, mientras Karl comentó lo que dijo en los vestidores:
Brown: «Se calentaron la defensiva en la segunda mitad. Teníamos 70 puntos al medio tiempo y estoy seguro de que eso los inspiró… Hicieron un buen trabajo de empujarnos fuera del partido».
Karl: «Yo les dije en el entretiempo que (su defensiva) apestaba… Cousins tuvo algunas jugadas defensivas increíbles en la recta final. Tuvo un gran partido en ese apartado».
Los entrenadores se refirieron particularmente a los últimos minutos del cuarto período. Philadelphia perdía por 7 puntos y Covington se encendió: marcó 2 triples en 38 segundos y logró además una jugada de tres puntos (tiro y falta) con lo que puso las cosas 100-98 favor de los suyos. Eventualmente los Sixers se pusieron 103 a 100 a poco menos de 7 minutos del final del partido, pero los Kings se pararon firmes y no permitieron ningún tiro más.
En la última jugada, con Sacramento ya liderando 107 a 105 (tras un rebote ofensivo y anotación de Ray McCallum, tras un tiro fallado por DeMarcus), los Sixers llevaban el balón en la ofensiva y cuando el armador visitante Hollis Thompson llegaba a la zona pintada, Cousins dio un par de pasos rápidos y palmeó el balón para que McCallum se llevara el último robo del partido y las esperanzas de los 76ers. Así lo describió el armador suplente de los Kings:
«Me dieron a mí el robo, pero Cuz fue quien lo causó… Él (Thompson) se dirigía a la canasta, tratando de conseguir un tiro y DeMarcus salió y golpeó la pelota y llegó justo en mis manos».
McCallum tuvo 11 puntos (valiosos particularmente al final), Rudy Gay ayudó con 21 puntos y 8 rebotes. En los Sixers, Covington fue el mejor anotar con 21 points Thomas Robinson (ex Sacramento) tuvo 16, Nerlens Noel 14 anotaciones y 10 tableros.
Los Kings (que ahora van 7-11 bajo el mando de Karl) empezarán una seguidilla de 4 partidos de visitante el miércoles en Phoenix. El mismo día, los Sixers estarán en Denver para buscar la tan ansiada victoria fuera de su patio.