Por segunda vez en tres años, los Chicago Bulls pasaron por el Barclays Center como un vendaval, cuyo único propósito era destrozar las esperanzas de la afición de Brooklyn.
Como en aquella primera ocasión, los Bulls se aprovecharon de unos Nets «sin alma», como nos catalogó Noah en la previa de aquel fatídico 7º partido de los PlayOffs de 2012. Hoy, casi dos años después, no estuvo Noah sobre la pista, aquejado de molestias musculares, ni tampoco Kirk Hinrich, pero sí estuvieron los españoles Pau Gasol y Nikola Mirotic, y un recuperado Derrick Rose.
Fue un partido perfecto para Chicago y nefasto para los Nets, que acabaron abucheados por un Barclays Center medio vacío, siendo los fans de Brooklyn conscientes que esta contundente derrota, 113-86, puede haber sentenciado las esperanzas del equipo de alcanzar la postemporada por tercera vez consecutiva.
Los Nets volvieron a cuajar una actuación decepcionante en el aspecto ofensivo, anotando un paupérrimo 36.8% en tiros de campo (tras haberse quedado en un 32.5% ante Bucks) y dando muestras de un juego anárquico e individualista con una estadística de sólo 12 asistencias, el valor más bajo de toda la temporada.
«Decidimos que queríamos hacerlo todo individualmente, por nuestra cuenta«, dijo Deron Williams (via NetsDaily). «No conseguimos demasiadas asistencias y realmente no puedes ganar contra equipos como este cuando no compartes el balón y no juegas de la manera en la que hemos venido teniendo éxito.«
Precisamente, el bajón en el rendimiento de Deron Williams en estos últimos 4 partidos tienen mucho que ver con el estancamiento en la ofensiva de Nets. Ayer, el base se quedó 9 puntos, con una estadística de 3/13 en tiro, que si la expandimos a los últimos 4 partidos, suma un total de 11/45 en esta faceta. Brooklyn ha perdido 3 de estos 4 partidos.
Pero anoche no sólo falló DWill. Sólo Bogdanovic y Jack, ambos saltando desde el banco, estuvieron a un nivel ofensivo aceptable, 17 y 15 puntos respectivamente. De los titulares, Joe Johnson se quedó en 12 y Brook Lopez en 13, pero ninguno mostró en ningún momento capacidad para impactar en el partido.
Todo fue muy distinto en el lado Bull. Derrick Rose jugaba su cuarto partido tras su retorno y, pese a seguir con la restricción de minutos, mostró lo mucho que puede condicionar un partido. El base acabó con unos números nada espectaculares, 13 puntos y 7 asistencias, pero dejando la sensación de que, si el partido lo hubiera requerido, podría haber dado mucho más de sí.
Pero ayer los grandes protagonistas fueron los españoles Nikola Mirotic y Pau Gasol. Gasol dio grandes muestras de su talento, abusando de Thaddeus Young y Brook Lopez en la pintura con un movimiento de pies de los que no se ven demasiado a menudo. El pívot acabó con 22 puntos y 11 rebotes.
Mirotic fue el máximo anotador del partido, con 26 tantos desde el banquillo en poco más de 24 minutos de juego, incluyendo una estadística de 6/11 desde la línea de triple, sumando un motivo más para considerarle un serio candidato al Rookie del año.
«Metí el primero, y luego el segundo así que me dije `Ok, sigue tirando´«, dijo Mirotic a NBA.com
Los otros destacados de los hombres de rojo fueron los siempre intensos Jeremy Butler, 17 puntos, que sigue afianzando su candidatura para el MIP (jugador más mejorado), y Taj Gibson, que aportó 15 puntos, 9 rebotes y 4 tapones.
Chicago basó su triunfo en un extraordinario tercer cuarto, donde doblaron en el marcador a Brooklyn, con un parcial de 30-15. Hasta entonces los Nets habían aguantado, y sólo se habían ido al descanso perdiendo por 7, 57-50, pero los Bulls salieron arrasando en la reanudación, sin dar tregua a los locales y acabando el cuarto con un parcial de 13-2, culminado por 3 triples consecutivos de Mirotic, que dejaba el partido casi sentenciado para los visitantes, 87-65.
Entre el final del tercer periodo y el inicio del cuarto, Brooklyn estuvo sin anotar una canasta en juego más de 7 minutos. Gasol y Mirotic continuaron haciendo la brecha más y más grande, hasta que Hollins no pudo más que sacar la bandera blanca y puso al fondo del banquillo en pista faltando más de 5 minutos. No había vuelta atrás.
Los Nets se jugaran el todo o nada el próximo miércoles ante Orlando Magic, en el Barclays Center, en lo que será su último partido de la temporada regular. Como decíamos, los Nets tienen que esperar a que Indiana pierde alguno de los encuentros que tiene pendientes, ANTE Wizards y Memphis. No es un calendario fácil, así que Lionel Hollins no pierde la esperanza.
«Vamos a ganar el viernes y ellos (Indiana) no ganaran sus dos partidos, seguimos estando dentro«, dijo Hollins (via NetsDaily). «Esta es la manera como lo veo. Teníamos un calendario duro. Jugamos ante Toronto, Atlanta, Portland, Washington… y entonces Atlanta, Portland, Milwaukee, Chicago. Teníamos un calendario duro, pero seguimos aguantando y seguimos aquí. No se ha acabado.«
Por su parte, Chicago recibirá a Atlanta, también el miércoles. Ninguno de los dos se juega nada, con Atlanta como número 1 del Este desde hace semanas y con Bulls habiendo asegurado la tercera plaza con esta victoria ante Brooklyn. Ambos podrán preparar con calma los PlayOffs.