Rondae Hollis-Jefferson, vivía ayer uno de los momentos más felices de su carrera al escuchar al comisionado pronunciar su nombre, seleccionado por Portland Blazers con el pick 23 del Draft 2015. Sin embargo, mientras todavía empezaba a hacerse a la idea de jugar en su nuevo equipo en la mejor liga del mundo, Rondae sentía en sus propias carnes lo que implica formar parte del negocio de la NBA. El jugador procedente de Arizona, recibía la noticia de que Portland le había traspasado a Brooklyn junto a Steve Blake a cambio de Mason Plumlee y Pat Connaughton, recién drafteado en segunda ronda.
«Cuando me lo dijeron pensé que me estaban tomando el pelo. Era como, ‘¿lo dices en serio?’. Ellos me dijeron ‘quítate la gorra (de Portland)’, y me quedé en plan ‘Oh, OK’.»
Hollis-Jefferson encarna muchas de las cualidades que los Nets buscan desesperadamente, defensa y atleticismo. Sin embargo la decisión no iba a ser tan sencilla. Traer a RHJ hasta Brooklyn tenía un precio, y ese era Mason Plumlee, uno de los jugadores que hasta hace bien poco representaban el futuro de los Nets, tras ser drafteado en 2013 y llegar a hacer dudar en algunos momentos sobre la titularidad de Brook Lopez. El mal juego en el que se vio atrapado durante gran parte de la pasada campaña, sobre todo desde la marcha de Kevin Garnett, finalmente le puso en el mercado, siendo uno de los activos más atractivos que Billy King podía poner sobre la mesa al sentarse a negociar. Él mismo explicaba lo complicado que fue tomar la decisión.
“Traspasar a Mason fue duro, porque creo que nos ha dado mucho en los dos años que ha pasado aquí. Pero cuando ves a Rondae, y observas esa habilidad defensiva, ese atleticismo jugando también en el perímetro, era algo que creo necesitábamos. También pienso que es el mejor defensor del draft. Cuando le ves jugar, eso es lo que hace. Le encanta defender.”
Rondae parece encajar a la perfección en el sistema de juego de los de Lionel Hollins, pero además parece que su carácter abierto y atrevido encajará también a la perfección con su nuevo hogar y sus aficionados. El jugador se presentó la noche del draft con unos pantalones a cuadros rojos y pajarita, nada discreto.
«El rojo es mi color favorito. Quería ser diferente. Me gusta ser diferente, así que me los puse. Me quedaban bien.»
Early candidate for «best dressed»… Rondae Hollis-Jefferson. #NBADraft pic.twitter.com/RKZeEFgya8
— NBA on ESPN (@ESPNNBA) junio 25, 2015
Es esa confianza una de sus grandes bazas para hacerse un hueco de forma inmediata en la NBA. El jugador es consciente de ello.
«Ha ido bien. Soy un tipo personal, carismático, todas esas cosas, y eso me ayuda en estas situaciones para que la gente hable contigo cómoda. Eso hace las cosas más sencillas.»
Para terminar, el jugador dejó otra muestra de lo que espera en los próximos meses. Cuando se le pidió un mensaje para los aficionados de Brooklyn, no dudo en improvisar una especie de rap:
«Atento Brooklyn, ya estoy aquí. No puedes esconderte, no puedes huir. ¡Ya estoy aquí, baby!»