Tardó tiempo en llegar, pero por fin los aficionados de los Trail Blazers pueden celebrar una nueva victoria tras muchos partidos aguantando el chaparrón. Portland recibía en el Moda Center a unos Los Angeles Clippers que a priori no parecían el rival más propicio para dar fin a la racha negativa de los de Terry Stotts, pero que quizás por el esfuerzo para intentar doblegar (sin éxito) a los invictos Golden State Warrios no pudieron aguantar el arreón de los Blazers en el último cuarto.
La primera mitad del encuentro no fue nada atractiva, ya que ambos conjuntos se empeñaron en intercambiarse errores sin ningún dominador claro. J.J. Redick volvió a estar disponible para Doc Rivers, que le utilizó en el quinteto titular junto a un Lance Stephenson que llevaba dos partidos sin jugar un solo minuto. McCollum fue el hombre que más acertado comenzó la contienda, y acabó su gran primer cuarto con 11 puntos. Los Clippers no carburaban en ataque, y además veían como Blake Griffin abandonaba la pista tras un golpe en su rodilla izquierda, aunque afortunadamente retornó a la mitad del segundo cuarto.
Fue precisamente en el segundo parcial cuando empezamos a ver al que iba a ser uno de los protagonistas absolutos de la noche. Ed Davis. El jugador de los Blazers dominó ambos tableros, y eso que en el equipo rival se enfrentaba ni más ni menos que a DeAndre Jordan. Ninguno de los dos conjuntos era capaz de conseguir una mínima renta en el marcador, y el resultado al descanso fue de 47-48 para los Blazers.
El tercer cuarto tuvo dos mitades muy bien diferenciadas. En la primera, Portland demostró haber salido de los vestuarios con una mayor intensidad. Lillard, que no había estado muy acertado en el tiro hasta el momento, se hizo con el mando de las operaciones y llevó a los Trail Blazers hasta una ventaja de 10 puntos, pero todavía faltaba medio cuarto y Jamal Crawford no estaba dispuesto a dejarse llevar. El veterano de los Clippers se encontró cómodo con el lanzamiento de tres, y llevó a los de Doc Rivers a incluso volver a ponerse por delante en el tercer cuarto, aunque el resultado acabara siendo de 73-75 para los Blazers.
Llegaba el momento clave del partido y los Blazers temían que otra vez se les volviera a escapar la victoria en estos instantes. Ed Davis percutía en la zona de los Clippers, que no podían frenarle, mientras que Austin Rivers daba la cara por los suyos. El gran partido de Chris Paul ante los Warriors pasó factura al base angelino, que solo pudo aportar 11 puntos para los suyos. El encuentro llegó igualado a los minutos finales, pero Lillard reventó el partido con tres increíbles triples en menos de 90 segundos. Los Blazers se ponían 13 arriba, y mantuvieron esa diferencia hasta el final ante la incapacidad de los Clippers para anotar. 18-27 fue el parcial a favor de Portland en el último cuarto, certificando un resultado final de 91-102.
Damian Lillard no acusó sus problemas en el pulgar y fue el máximo anotador de los Trail Blazers con 27 puntos, repartiendo además 7 asistencias y siendo clave en los momentos decisivos. Aunque posiblemente el jugador que más sorprendió fue Ed Davis. El alero finalizó con 17 puntos y 15 rebotes (10 de ellos ofensivos), y fue una auténtica pesadilla para los Clippers, en los que solo destacaron los 21 puntos de Blake Griffin y los 20 tantos de Jamal Crawford.
Con esta derrota, los Clippers se quedan con un decepcionante récord del 50% (6-6) y empiezan a alejarse de los puestos de cabeza en la Conferencia Oeste. Mientras, los Trail Blazers siguen en la parte baja con una marca de 5-9, pero ya respiran tras romper la pésima racha de derrotas consecutivas que tenían antes del partido de ayer.