Después del trade del 10 de julio entre Sixers y Kings tanto el por entonces rookie de Ontario, Nik Stauskas, como el veterano jugador de Milwaukee, Carl Landry, supieron que sus carreras habían cambiado de forma radical. Pasaron de la presión de Sacramento, un equipo pensado para jugar los PlayOffs, a el tanking de Philadelphia, cuyo objetivo no es precisamente el de ganar partidos.
Para Stauskas, cuya temporada rookie había sido nefasta recordando al caso de Jimmer Fredette, fue un cambio a mejor, pues un equipo con poca competencia le brindaba la oportunidad de ganar confianza y experiencia mientras sus compañeros hacían lo mismo.
Por otro lado, Landry, cuya trayectoria en la liga ha sido por el momento muy variada, jugando en hasta 5 equipos, el cambio de equipo le ha servido para ejercer el rol de mentor del equipo. Papel que hasta hace poco no ha podido realizar en la pista, puesto que estaba lesionado. Por suerte el efecto Colangelo ha servido para recuperarse milagrosamente de dicha lesión y ya ha disputado varios partidos, aportando la veteranía necesaria. De hecho, de los 3 partidos que ha jugado los Sixers han ganado 1 y han luchado los otros 2 hasta el final, cosa que antes de la llegada de Landry e Ish Smith resultaba casi imposible.
Ambos jugadores en declaraciones recientes han dicho que no sienten rencor de los Kings:
«No hay resentimientos» – dijo Landry. – «La organización y el propietario (Vivek Ranadive), todo el mundo en esa organización me dio una oportunidad. No voy a salir y tratar de anotar más puntos . Yo solo voy a jugar y tratar de conseguir una victoria. Eso es todo, no es nada personal.»
Nik Stauskas añadió a las palabras de su compañero:
«No jugué como yo quería a mi año de novato y obviamente sentían como si quisieran ir en una dirección diferente. Esa es la forma en que se trabaja en la NBA.»