Los Golden State Warriors se daban cita en el Oracle Arena con los Portland Trail Blazers en lo que era el preludio del duelo entre los dos mejores jugadores o por lo menos más en forma de la NBA, Stephen Curry y Damian Lillard, pero además el partido tenía tintes de revancha por parte de los de la Bahía, ya que Portland es uno de los pocos equipos que le ha podido ganar esta temporada.
El partido fue cómodo para Warriors durante todo el encuentro, no necesitando de poner su máxima potencia en el carburador de los de Kerr, aunque Portland siempre tuvo sus opciones si mirábamos al marcador. Golden State Warriors obtuvo un 18/40 (45%) desde más allá del arco, por el 19/36 (52,8%) de Portland. Ambos equipos tiraron mejor de tres que de dos, lo que muestra un claro ejemplo del cambio de juego que estamos viviendo en estos días con el llamado small ball en su máxima potencia.
Los de Steve Kerr pusieron pronto el rodillo anotador y se fueron 40-27 en el primer cuarto, y 81-61 al descanso, dejando ya encarrilado todo el encuentro, sólo manejando distancias y tempos a su antojo. Sin mucha más tela que cortar, el partido se esfumaba en una posesión tras otra con falta de intensidad por las diferencias entre los dos equipos. Sólo el duelo Curry vs Lillard mantenía viva la llama del encuentro. Un duelo que se llevó esta vez el reciente MVP de la liga con 34 puntos (7 triples) llegando a la cifra de 1502 triples anotados en su carrera (el más joven en conseguirlo), camino del Récord de Ray Allen en el horizonte, de 2973.. El otro hermano Splash, Klay Thompson fue el mejor del partido con 37 puntos (8 triples).
Como se puede observar, el partido iba de triples, y tanto es así que se consiguió otro récord desde esta posición. El Warriors contra Blazers de anoche se convirtió en el partido con más triples anotados entre los dos equipos de la historia de la NBA: 37
En la Bahía se congelaron los corazones de todos los asistentes al Oracle al ver dos sustos de lesión de Stephen Curry y Andre Iguodala, el de Ohio por un golpe rodilla con rodilla y el recién MVP de las Finales por un esguince de tobillo. Tras las exploraciones pertinentes, no es grave ninguna lesión, pero son duda para el siguiente partido, que enfrenta a los Phoenix Suns.
Por parte de los Blazers, Damian Lillard fue una sombra del que destrozara a los Warriors en Oregón con 51 puntos. Sufrió mucho en defensa para parar a Stephen Curry y no tuvo su noche en ataque, con 17 puntos y un pobre porcentaje de tiro con 5 de 19. Pese a ello, no se puede poner ningún pero a la gran temporada de Portland, que va 6º en el Oeste, con muchas opciones de mantenerse en Playoffs, tras la marcha de LaMarcus Aldridge y Nico Batum en verano. El otro gran jugador de Portland, C.J McCollum se fue hasta los 18 puntos.
Golden State Warriors sigue su camino hacia el récord de los Bulls de 1996, de Michael Jordan y compañía, sumando su 47 victoria consecutiva en casa, y llegando a las 58 victorias y sólo 6 derrotas.