Cleveland Cavaliers dejó en casa la victoria número 12 de lo que va de temporada, afianzándose como claro líder de la conferencia Este, el día en que LeBron James alcanzó los 1000 partidos en temporada regular. Por su parte, los Mavericks no levantan cabeza y siguen últimos en el Oeste, con solo 2 victorias. Los locales, querían ganar a toda costa para dedicarle la victoria al ausente, Channing Frye, ayer baja por la muerte de su padre. Dallas no contaba con J.J Barea ni Devin Harris, quienes su equipo están echando en falta quizás más de lo esperado.
El partido no tuvo mucha historia, ya que en el primer cuarto los Cavaliers lideraban de manera amplia, por 36-16. En la franquicia de Ohio anotaron todos los jugadores, los 13 que ayer se vistieron para Tyronn Lue. Kyrie Irving lideró al equipo en este primer cuarto con 19 puntos.
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En el segundo periodo no cambiaron nada las cosas. Los Cavaliers, desatados en ataque, consiguieron volver a anotar 36 puntos y dominaban al descanso por 34. Algo verdaderamente inconcebible para unos Mavericks que no son ni la sombra de lo que fueron.
Destacar que entre los dos últimos encuentros de los Cavaliers, estos han anotado 153 puntos solo en la primera mitad, un +55 entre ambos encuentros y 27 triples. Una barbaridad que desmitifica el llamado juego defensivo de la Conferencia Este. Por su parte, Kevin Love sigue en estado de gracia. El ala-pívot llegó a los 27 puntos con 7 triples tras su exhibición del último partido.
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En la segunda mitad, Cavaliers siguió con un ritmo alto en ataque, hasta que Lue dio rotación a su plantilla, ya que el partido estaba acabado.
En el último cuarto y sin presión, Dallas estuvo ligeramente superior, pero tampoco consiguió recortar mucho la diferencia. Dirk Nowitzki, con 15 puntos, de lo poco salvable en la franquicia texana.