Especial Navideño: Westbrook, Harden y Davis

Más solos y mejores que nunca

Los extraterrestres existen, sí. No me refiero a esa condición que se ve en las películas, sino a la metafórica. Encontramos varios ejemplos en la NBA. La mejor liga del mundo de baloncesto cuenta con varios extraterrestres entre sus filas, que revelan sus poderes según se acercan los meses de verano.

Más solos y mejores que nunca

Juntar estrellas lleva a que estas tengan que renunciar a parte de su cuota estadística, de su impacto más visible, para obtener victorias. Todo lo contrario ocurre cuando las separas. Cuanto más lejos están mutan, se hacen más grandes y su atmósfera parece alcanzar cuotas nunca antes vistas.

Esto ocurre con Russell Westbrook, James Harden y Anthony Davis en la actual temporada, aunque cada uno con su caso y contexto. Los dos primeros, claros candidatos al MVP, y la Ceja, que solo el récord de su equipo no le permite ser considerado para dicho premio.

Con la salida de Kevin Durant Westbrook quedaba como la estrella indiscutible de los Thunder, más tras su renovación, un gesto de lealtad que le confirma como uno de los competidores más salvajes y polémicos de la historia de la liga. En los Rockets se producía la marcha de Dwight Howard, baluarte defensivo del equipo, para dejar a James Harden como único jugador determinante, al menos sobre el papel. Si que es cierto que Mike D’Antoni está consiguiento levantar al equipo y la Barba no se encuentra tan sola. Por último, Anthony Davis, que entre las lesiones (suyas y de sus compañeros) y un ambiente que no parece el más motivador no consigue alzar el vuelo de los Pelicans.

Nil Alemany (SB)

Honoré de Balzac, destacado novelista francés del siglo XIX, dijo que la soledad es buena, pero que necesitas a alguien que te lo diga. Desconozco si alguien le habrá dicho esto a Westbrook, pero la realidad es que el base de OKC tiene el peor roster a su alrededor de las últimas temporadas, además del que peor se adapta a lo que él necesita, y está generando a un nivel histórico.

Sin Durant al lado el balón pasa a ser completamente posesión de Russell y es ahí donde el base alcanza cifras nunca vistas. Registra el mayor uso ofensivo de la historia, por delante de Kobe Bryant en 2006 y Michael Jordan en 1986. El cero de los Thunder tiene el balón en sus manos el 42 por ciento de las posesiones de su equipo. Casi nada.

La otra estadística que saca a destacar Westbrook es el apartado de los triples-dobles. Lleva 14 cuando estas líneas se escriben y es probable que sume alguno más entre este momento y el de vuestra lectura. ¿Cuántos jugadores han promediado más de 30 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias por encuentro durante una temporada? Solo Oscar Robertson hace 54 años y, de momento, un animal llamado Russell Westbrook.

Como nos cuenta Andrés Monje en la entrevista para este Especial Navideño, la duda con Westbrook es si te gusta o no su estilo, su verticalidad, su juego. Pero no se puede negar lo salvaje de su temporada, su competencia desmedida ahora que es el indiscutible macho alfa de la manada.

Cuando está en pista los Thunder superan al rival por más de cinco puntos por cada 100 posesiones, mientras que cuando él no está reciben más de trece puntos en contra. Una diferencia abismal. Cierto es que últimamente la segunda unidad del equipo consigue mantener las ventajas, pero no hay, ya no un jugador que se acerque a los monstruosos números del base, sino un segundo generador de confianza, más si Victor Oladipo está de baja.

A todo esto hay que sumarle que OKC no es ni mucho menos élite ofensiva de la NBA, al contrario, están justo a la mitad de la tabla, y cuando Westbrook no está en pista su ataque cae y pasa a ser de los peores de la liga. Lo que destaca del equipo de Billy Donovan es la defensa, donde sí son de los conjuntos más fuertes.

Se ha rodeado a Russell Westbrook de perfiles atléticos y defensivos, como pueden ser Victor Oladipo, Andre Roberson o Steven Adams, cuando lo que más necesita ahora mismo son tiradores para que le generen espacios y que estos se aprovechen de los que genera el base.

A pesar de no tener alrededor un escenario ideal, Russell con más balón y más solo que nunca se muestra tal y como es realmente. Un extraterrestre, una bestia competitiva que parece suceder a Kobe Bryant como gran obseso del trabajo. Precisamente los dos jugadores que más balón han amasado en una temporada, ¿casualidad?

Foto: Derick Hingle

La suerte no parece sonreír en Louisiana. Hace un año y medio, cuando los Pelicans alcanzaron los Playoffs de la mano de Monty Williams, se les veía como uno de los proyectos jóvenes más atractivos y con oportunidades de hacer algo interesante a medio plazo. A día de hoy ese equipo parece ser cosa del pasado.

La culpa no es ni mucho menos de Anthony Davis. La gran estrella de NOLA arrasa donde va y muestra una versión insultante, que ni siquiera una situación desmotivante como la que atraviesa su equipo consigue frenar. Los problemas van más allá, con las lesiones como primer punto y otras dudas. Porqué Eric Gordon, ya sano la pasada temporada, rinde a un nivel magnífico en los Rockets estos meses y en la última campaña con los Pelicans no convenció. Omer Asik es otro caso de esta lista y es que parece que no le gusta jugar en Nueva Orleans.

De vuelta con el solitario Davis, que se perdió los JJOO por una nueva lesión (oh vaya, sorpresa) su rendimiento individual se ve manchado por el rendimiento de un equipo que no está a su altura. Y es que a los casi 30 puntos, 12 rebotes y tres tapones que registra de media solo han llegado tres jugadores en la historia: Shaquille O’Neal y Kareem Abdul-Jabbar en sus primes y Bob McAdoo con 22 años. Davis tiene 23.

Si con Davis en pista a los Pelicans ya les cuesta sumar victorias, sin él sufren más que los Thunder sin Westbrook y los Rockets sin Harden juntos. Cuando Davis no está el ataque baja hasta la parte más baja de la liga y su defensa, mejor que la de los Thunder en estos momentos, se acerca peligrosamente a las diez peores de la NBA.

Da la sensación de que este conjunto no es capaz de montar un proyecto sólido alrededor de Anthony Davis, lo cual es realmente muy grave. Las lesiones atacan a este equipo, cierto, pero mientras sobrecargan demasiado a AD en ataque, que no puede ejercer como destructor tanto como podría en defensa, los años pasan y con esta temporada van a malgastar otra oportunidad que puede no se repita. No siempre que eliges en el Draft, ni siquiera con el primer pick, te llevas un jugador como este.

En palabras de otro genio literario, este más de nuestra época, George R.R. Martin dice que cuando «las nieves caen y los blancos vientos soplan, el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive». La manada de Westbrook, extraña, terminará muriendo por mucho que tengan a un verdadero macho alfa; la de Davis, sin embargo, no sé si podemos calificarla como tal.

Nil Alemany (SB)

El aullido de otro lobo, otro gran macho alfa, resuena en la NBA y no es otro que James Harden. La Barba, a pesar de ser el motor y eje de los Houston Rockets, no se encuentra en una situación tan solitaria ni extraña, sino en un contexto muy criticado durante el verano, al que no se le veían opciones y que está dando resultados excelentes.

Lo que diferencia principalmente a estas tres bestias a día de hoy es el récord de su equipo. Los Rockets, a diferencia de Thunder y Pelicans, van con un 22-9, son terceros del Oeste y terminarán en la parte alta de la competición. Me sorprende en este punto como, a pesar de la salida de un jugador diferencial en defensa como es Dwight Howard, la llegada de ciertos perfiles veteranos, Eric Gordon, Ryan Anderson o Nene, más la firma de Mike D’Antoni han dado la vuelta de una forma drástica a la situación del equipo texano. Cabe recordar que su última temporada fue desastrosa, sobre todo en cuanto a sensaciones.

D’Antoni anunció que James Harden sería el base titular del equipo. Uno pensaría en ese momento en qué radicaría la diferencia. Podía ser en el uso de balón y ver a un Harden amasando bola como no se ha visto nunca, como Westbrook en los Thunder. Sin embargo, la Barba tiene algo más de bola, no demasiado, pero la diferencia es brutal.

Harden ha vuelto a sus inicios, a cuando era el generador absoluto de los Oklahoma City Thunder con la segunda unidad. Se ve a un James Harden más volcado al pase, a generar para sus compañeros, ahora que dispone de más perfiles anotadores, especialmente desde el triple.

La barbaridad estadística de este jugador reside en dos aspectos donde hasta ahora, a pesar de su potencial para ello, no se había centrado: el rebote y la asistencia. Comenzando con el primero, la estadística más tapada, Harden supera el 12 por ciento de captura de rebote. Para que os hagáis una idea solo siete guards en toda la historia de la NBA han superado dicha cifra con más de 30 minutos por encuentro. En las asistencias, Harden pasa de destinar el 35 por ciento de sus posesiones a compañeros a más de la mitad, un soberbio 52.6 por ciento. El «base» de los Rockets tiene un uso de balón superior al 30 por ciento y supera el 50 por ciento de asistencias. Adivinad el otro jugador de la historia que supera dichos registros. Cómo no, Russell Westbrook.

Un hasta ahora considerado anotador de élite que añade una progresión y eficiencia histórica tanto en los rebotes como en las asistencias. ¿Resultado? James Harden se convierte en una nueva máquina de triples-dobles. Los Rockets llevan años siendo el equipo más matemático de la liga, eliminando la media distancia, el tiro menos eficiente, y potenciando el triple y la zona restringida. A ello se suman perfiles que encajan a la perfección con su estrella y el entrenador ideal para una ofensiva así.

Clave será en los próximos meses de este equipo, aparte de la vuelta de Clint Capela, su evolución en el número de posesiones. Las defensas débiles se resienten más cuanto más rápido juegan, algo que le está ocurriendo a los Blazers esta temporada. Sin embargo los Rockets, en la parte baja de la clasificación defensiva, no están corriendo tanto como se esperaba y este es uno de los motivos por los cuales su defensa no se ve tan expuesta.


Sea como sea y terminen como terminen estas tres bestias, estos tres machos alfa de la NBA, registran cifras históricas. Números que no se han visto nunca o muy pocas veces. Te pueden gustar o no sus estilos, tanto fuera como dentro de la pista, pero a todos nos gusta el baloncesto y los tres son realmente extraordinarios. Merece la pena trasnochar para ver cómo se hace historia.

Comentarios (1)
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  • ReddenSalad

    Soy posiblemente el primero al que estos Houston Rockets están acallando, lo cierto es que el éxito cosechado (y la forma del mismo) era algo que no esperaba en absoluto.