Victoria de Los Angeles Lakers, en el duelo de perdedores de la Conferencia Oeste, ante unos Phoenix Suns que no supieron hacerse fuertes en su propio feudo. Encuentro marcado por ser un paso más en la carrera de D’Angelo Russell, que con una gran actuación, volvió a demostrar ser el gran líder de todo un clásico, los Lakers de LA.
Llegábamos a una de las noches más esperadas en el mundo del Tanking de la NBA, ya que nos encontrábamos ante el enfrentamiento entre los dos peores equipos de la Conferencia Oeste, o lo que es lo mismo, dos equipos que ya piensan más en futuro que en presente. Para las dos franquicias era más importante perder que ganar, ya que una derrota les daba más papeletas para la consecución de una mejor posición en el próximo Draft.
Por suerte, los deseos de la gente con traje pocas veces se corresponden con los de los que se visten de corto, y eso hizo que esta noche pudiésemos ver a los proyectos de jugador más importantes de dos franquicias que tienen mucho mañana, pero poco hoy. Es ahí donde debemos destacar esas dos grandes individualidades, D’Angelo Russell y Devin Brooker, que de nuevo fueron los mejores de sus respectivos equipos.
Una vez en el meollo del partido, el encuentro transcurrió entre la igualdad de la primera parte, y una segunda mitad donde los Lakers fueron muy superiores, sobre todo por la presencia abrumadora en el juego de D’Angelo Russell. D’Angelo firmaría 28 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 3 robos, y lo más sorprendente, ninguna pérdida de balón. Sin duda, el mejor jugador del partido.
Acompañándole, un Julius Randle misteriosamente acertado desde el exterior, un Brandon Ingram que lo jugó absolutamente todo, hasta 41 minutos en pista, y sobre todo, Jordan Clarkson, que desde la segunda unidad, sumaría 19 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y 2 robos. Hoy los jóvenes púrpuras consiguieron marcar la pauta del partido, y enseñaron sus posibilidades, por desgracia, aún en pañales.
En el lado de la derrota, los Suns fueron superados por unos Lakers que estuvieron mucho más acertados desde el exterior, los de Arizona no supieron contrarrestar esos errores con alguna otra variante en el juego. Pese a todo, jugadores como Devin Booker, 23 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, o TJ Warren, con un buen doble doble, demostraron que también en Arizona hay motivos para sonreír con el futuro que les está por venir.
En cuanto a las consecuencias del partido, todas y ninguna. Llegábamos a un partido en el que la franquicia que más ganaba era la que perdía, curiosidades de las oficinas de cada cual. El resultado final nos deja la victoria en los despachos de unos Suns que quieren más Draft, pero también el reforzamiento de unos Lakers, que ya empiezan a deslumbrar el futuro que les está por venir, con un líder con letras mayúsculas, D’Angelo Russell.
Lo que es seguro, es que Lakers y Suns volverán, y seguirán perdiendo en una guerra sin cuartel, y hasta final de temporada. La meta puede llegar a tener un gran premio, en forma de nuevos chicos a los que lucir en la liga, pero el camino una vez mas, estará sembrado de espinas hasta el final.