Historia de Charlotte Hornets

La historia deportiva de Charlotte comienza a partir del año 1988. La NBA ya dejó claro que la historia de los Hornets va desde la temporada 88-89 hasta la 01-02 y que no sigue vinculada a esta organización desde el momento en el que estos se mudan a New Orleans. La historia de Charlotte continúa tres años después con la creación de los Bobcats. A partir de aquí arranca todo. Los primeros años fueron igual de duros que como los de cualquier otra franquicia. Los Hornets eran un equipo perdedor pero que no obstante ofrecía buenas dosis de espetáculo en sus partidos. Jugadores carismáticos como Kelly Tripucka, Dell Curry o el eléctrico Muggsy Bogues desde sus 1,59 metros animaban las noches en el antiguo «Charlotte Coliseum». Es con la temporada 92-93 cuando la gente se empieza a tomar en serio el baloncesto en Charlotte. Los Hornets han dejado de ser ese equipo divertido para convertirse en un vendaval ofensivo. A Curry y Bogues se les han unido jugadores fantásticos como Larry »La Abuela» Jonshon o el que, a consideración de opinión popular, es el jugador más grande que ha vestido ésta camiseta, Alonzo Mourning. Séis años (1992-1998) de gran baloncesto al que por desgracia no hacen justicia los resultados deportivos. Solo dos Semifinales de Conferencia por estos tiempos en los que la Conferencia Este era la que dominaba la liga y había muy pocas opciones para los equipos que practicaban un juego distinto al duro que se jugaba en esa Conferencia. Tras el final de estos bonitos años se hizo una renovación a los líderes y filosofía del equipo. Los destellos del showtime se alejaron para dejar paso a un juego que coincidiera con el exigido en esos momentos pero no sin descuidar la vistosidad, que es donde recae el encanto de este equipo. A los mitos de los 90 les sustituyeron primero un equipo capitaneado por Glen Rice y el fantástico Derrick Coleman para luego después dejar paso al bloque rudo y defensivo en el que se convirtieron los Hornets de principios de siglo XXI. Un equipo muy competitivo en el que brillaban con luz propia talentos como Jamal Mashburn, David Wesley y, con el respeto de »Zo», el tipo más «extraterrestre» que tuvo Charlotte en ésta pasada época, el gran Baron Davis. Desde 1998 hasta 2002 se volvieron a pisar dos veces las Semifinales de Conferencia y apunto en la 01-02 se estuvo de pasar a las Finales de Conferencia, pero unos grandes Milwaukee Bucks y después New Jersey Nets nos despertaron del sueño. Aquí termina la primera etapa de los Hornets, un «sí quiero y no puedo» en el plano deportivo que, sin desmerecer lo demás, se recuerda con el cariño que siempre ha transmitido ésta franquicia.

Pasaron varios años hasta que el baloncesto volviese a la ciudad de Charlotte. Concretamnte hasta el año 2004 el estado de Carolina del Norte no volvió a tener representación en la NBA. Esto sucedió el 22 de junio de 2014, día en el que se produjo un draft de expansión en el que aterrizaron la liga los ya citados Charlotte Bobcats, dejando en30 el número de equipos de la liga.

En ese draft de expansión, adquirieron a Gerald Wallace, uno de los mejores jugadores de la corta historia de la franquicia. También seleccionaron a Emeka Okafor en el Draft de 2004, jugador que a la postre sería nombrado Rookie del año. Con estos jugadores, más algunos jóvenes jugadores, lograron crear un bloque sólido, pero no fue suficiente para pasar de las 18 victorias.

En la siguiente temporada, adquirieron en el draft a jugadores como Raymond Felton, y, gracias a su aportación en la cancha, más la consolidación de Wallace como estrelladel equipo, mejoraron su anterior récord, dejándolo en un 26-56.

Pese a la llegada de Adam Morrison como tercer puesto en el draft de 2006, y un nuevo récord de victorias/derrotas, con un 33-49, el equipo no logró la mejora que se esperaba el equipo, llegando a decepcionar en algunos tramos de la temporada.

En la temporada 2007-2008, y pese a la llegada de Jason Richardson, la estrella en ciernes procedente de Golden State, el equipo siguió con la misma dinámica de años anteriores, quedándose en un 32-50.

Llega la temporada 2009-2010, y, con ella, la llegada de uno de los mejores entrenadores de la historia: Larry Brown. Este entrenador dejó su sello al traspasar a Jason Richardson y Jared Dudley a cambio de Boris Diaw, Raja Bell y Sean Singletary, jugadores mucho más adecuados al estilo de juego defensivo que impone Larry en sus equipos.

No se hizo esperar la respuesta en el terreno de juego y, en su primera temporada, logró un 35-47 y quedándose a las puertas de los playoffs. Este equipo parecía completamente distinto y logró algo que no se había conseguido desde los años 90’: Ilusionar a los seguidores del baloncesto en Carolina del Norte.

La nueva década que comenzaba no paraba de traer buenas noticias. Tras la llegada de Gerald Henderson en el draft de 2009 y el traspaso de Okafor por Tyson Chandler, llegaron varios de los momentos más especiales de la historia de la franquicia: El primero, la primera aparición de un jugador de los Bobcats en un All-Star. Dicho jugador fue Gerald Wallace. El segundo fue la compra del equipo por parte del, para muchos, mejor jugador de la historia: Michael Jordan. El exjugador de Carolina del Norte compró el equipo el 10 de abril de 2010.

Todas las buenas noticias se tradujeron en buen juego sobre la cancha, llegando por primera vez en la historia playoffs, con un record de 44-38. En dichos playoffs fueron barridos por los Magic de Orlando.

Tras la buena temporada del equipo, comenzó la época más convulsa de la franquicia. En la temporada 2010-2011, el mítico entrenador Larry Brown se marchó del equipo, siendo sustituido por Paul Silas. Además, Gerald Wallace también fue traspasado, por lo que el récord del equipo empeoró a un 34-48.

Tras esto llega la peor temporada de la historia de la liga. Pese a la llegada de jugadores como Kemba Walker o Bismack Biyombo, el equipo tuvo uno de los peores años que se pueden recordar: Sólo consiguieron 7 victorias de un total de 66 encuentros (la temporada del lockout).

Después de la tempestad que supuso la peor temporada de un equipo en toda la NBA, llegó la calma en forma de reconstrucción. La siguiente temporada consiguieron a Michael Kidd-Gilchrist y a lo largo del año llegó al equipo el actual entrenador, Steve Clifford. Con todo ello el balance del equipo fue de 21-61.

Y llegamos a la última temporada, en la que llega un gran jugador como Al Jefferson, sumado a otros como Cody Zeller o Jeff Taylor. Con él, más la consolidación de jugadores como Walker o Henderson, el equipo vuelve a los playoffs con un 43-39, para ser barridos por los subcampeones Miami Heat.

Durante este verano, la franquicia ha dejado su antiguo nombre (Bobcats) para volver al nombre original que usaron durante los años 90: Charlotte Hornets. El equipo ha sido también uno de los que mejor se ha movido el mercado de fichajes. La llegada de Lance Stephenson como agente libre, más otras adquisicions de calidad como Marvin Williams y Brian Roberts, pone al equipo de Michael Jordan como uno de los conjuntos con más proyección, y uno de los candidatos a llegar a los playoffs y dar guerra. La vida sonríe a los seguidores de los Charlotte Hornets.