Historia Jazz

Nacidos en 1974, los Jazz fueron creados originalmente en la ciudad de New Orleans, viniendo su sobrenombre de la música típica de dicha ciudad. Ya desde sus primeros años contarían con una gran estrella: un «Pistol» Pete Maravich al que, pese a su gran rendimiento, la suerte no acompañaría en Atlanta y llegaría a NOLA a cambio de seis rondas de Draft. Con los Jazz Maravich seguiría mostrando el juego habilidoso y espectacular que había realizado toda su carrera, pero las lesiones frustrarían sus aspiraciones pese a su gran nivel, y nunca podría guiar a los Jazz al éxito. Pero no sería el único ejemplo de mala suerte que tendría la franquicia en sus primeros años.

Y es que Magic Johnson, líder del showtime de los Lakers de los 80, y Moses Malone, uno de los mayores anotadores y reboteadores de todos los tiempos, pudieron ser jugadores de los Jazz. Los angelinos se hicieron con Earvin con una ronda procedente de New Orleans enviada en un traspaso por Gail Goodrich, mientras que renunciaron a los derechos de Moses para usar una de las elecciones de Draft recibidas en dicho traspaso. Unos movimientos que, años después, se verían totalmente erróneos, pues mientras ambos se convertían en dos de los mejores jugadores de la historia, Goodrich promediaría 14.1 puntos en sus tres temporadas con el equipo, las últimas de su carrera.

En 1979, afectados por crisis económicas y por el hecho de que en New Orleans debían permanecer un mes al año lejos de su pabellón por la celebración del Mardi Grass, la franquicia vivió un traslado. Tras comprobarse que no podrían sobrevivir en Luisiana, el mejor entorno parecía Salt Lake City, en Utah, pues a pesar de ser un pequeño mercado vivían con pasión el baloncesto, como mostraron entre 1970 y 1976 con los Utah Stars de la ABA, y hasta allí se fue la franquicia, manteniendo el nombre en honor a sus raíces. Así llegaron los Utah Jazz.

Ya en el estado mormón, las primeras estrellas de la franquicia serían Adrian Dantley, gran anotador, y Darrell Griffith, quién permanecería sus 10 temporadas como profesional en el equipo, mostrando el carácter de los jugadores buscados por el equipo y que aún hoy se mantiene: jugadores fieles a los colores, pues al no ser un lugar especialmente atractivo para vivir ni un gran mercado, la franquicia se construye perennemente  en torno al Draft. No obstante, y pese al buen rendimiento de Dantley y Griffith, los resultados no acompañaban. Así, en 1981, Frank Layden bajaba desde los despachos (era GM hasta entonces) para ponerse a los mandos del equipo.

En 1982, otro golpe sacudiría a la franquicia: seleccionaron en el tercer puesto del Draft a Dominique Wilkins, pues su elección predilecta, Terry Cummings, fue escogido por los Clippers en segundo lugar. No obstante, Nique se negó a jugar en SLC, siendo traspasado a Atlanta a cambio de John Drew y Freeman Williams, quienes jugarían un total de 162 partidos en Utah, mientras que Wilkins marcaría una época en Atlanta siendo uno de los mejores aleros de todos los tiempos. De nuevo, la mala suerte se cebaba con la franquicia. Para colmo, en la 82/83 Dantley se perdería 60 partidos, acabando el equipo con un record de 30-52, siendo la única buena noticia la aparición del rookie Mark Eaton, quién desde bien pronto dejaría patente que sería uno de los mejores defensores jamás vistos (promedió 3.4 tapones en su primer año).

Las cosas, no obstante, estaban a punto de mejorar: en 1984 los Jazz acabarían con un recod de 45-37, siendo la primera temporada de su historia con balance positivo y ganando su primer título de división, llegando hasta las semifinales de conferencia donde caerían ante Phoenix. Un tiempo más tarde, la suerte por fin sonreiría en el Draft a Utah: con la decimosexta elección escogían a un desconocido base proveniente de Gonzaga que respondía al nombre de John Stockton. Los fans del equipo, que abuchearon dicha elección, no sabían que estaban viviendo un momento histórico.

Y es que la siguiente temporada sería para recordar: Con Eaton a un brutal nivel, estableciendo el record de tapones en una temporada (con 5.6 por partido, cifra imbatida hasta hoy), ganaría el premio al DPOY, y Utah volvería a acceder a Playoffs, donde esta vez ante Denver volverían a caer en segunda ronda. No obstante, en otro acierto desde las oficinas, en el Draft de 1985 se hicieron con Karl Malone en la decimotercera posición, dando origen a la pareja más compenetrada de la historia.

«El cartero», como empezaría a ser conocido más tarde, fue cimentando su amistad con Stockton en su primer año al mismo tiempo que compaginaba las actuaciones de Dantley. Ese verano, Larry Miller adquiría la totalidad de la franquicia para evitar que esta se fuera a Minnesota, dando comienzo a una nueva etapa: Adrian Dantley sería traspasado a los Pistons, lo que significó una oportunidad para Malone, que ascendería su producción por encima de los 20 puntos, al mismo tiempo que Stockton se convertía en base titular, dándose inicio a una nueva etapa.

Con Malone establecido pronto como uno de los mejores cuatros de la liga y Stockton consolidándose con su visión de juego (en su primer año como titular pasaría de promediar 8.2 asistencias a 13.8), los Jazz pusieron en aprietos a los campeones Lakers en Playoffs para caer eliminados en el séptimo encuentro de la segunda ronda de 1988. Tras eso, Frank Layden dejaría el banquillo, y entraría al mismo Jerry Sloan. Tras un fracaso en Playoffs en el 89, el equipo introduciría cambios en su alineación que les guiarían en 1990 al mejor record del equipo (55-27), para posteriormente volver a naufragar en Playoffs. No sería hasta 1992 cuando consiguieran llegar al fin a las Finales de Conferencia, donde se enfrentarían a unos Blazers que les eliminarían para caer ante el que luego sería un viejo enemigo: los Bulls de Jordan.

En 1994 llegaría traspasado desde Philadelphia Jeff Hornacek, lo cual aportaría algo más de calidad a la plantilla. Ese año caerían de nuevo en las Finales de Conferencia, esta vez ante los Rockets a la postre campeones. Así, tras constantes decepciones en la lucha por el título, parecía que nunca les llegaría la oportunidad de pasar a las Finales y luchar por el mismo. Pero en 1997, de la mano de un Malone MVP, llegarían finalmente a ellas tras dejar en el camino a Clippers, Lakers y Rockets, viéndose las caras con un Michael Jordan que había vuelto un año antes de su retiro…y que ante los mormones sumaría su quinto y sexto anillo (el último con el famoso The Shot) tanto esa temporada como en la siguiente, a costa de los sueños de la pareja Stockton-Malone, que vieron pasar sus últimos trenes al éxito sin poder subirse. A día de hoy, son considerados dos de las mayores leyendas que nunca triunfaron en la consecución de un campeonato.

Tras la no conquista del anillo, el equipo se desintegró a principios de siglo con la retirada de John y marcha de Karl a LA para una última intentona infructuosa de anillo. Así, iniciaban una reconstrucción que, salvo un pequeño periodo con el mejor Deron Williams de su carrera antes de que sus tobillos entrasen en escena como punto luminoso, aún hoy continua. La franquicia sigue, fiel a su estilo, buscando jóvenes talentos fieles a sus colores que puedan devolver a Utah los laureles vividos en los 90. Chicos como Dante Exum, Trey Burke, Gordon Hayward o Derrick Favors son ahora la esperanza de la tranquila comunidad de SLC.

Y mientras estos cimientan su futuro sobre las bases que grandes jugadores dejaron años atrás, la afición mormona sigue esperando, paciente, el momento del resurgimiento, donde al fin vean llegar el Larry O’Brien a sus vitrinas. Y es que una liga sin unos Jazz competitivos en un poco menos interesante.