Historia de Sacramento Kings

La historia de nuestra franquicia comienza al otro lado del país, a casi 5000 kilómetros de Sacramento, en Rochester (Nueva York), donde en 1923 se crea con el nombre de Rochester Seagrams, algunos años más tarde Rochester Eber Seagrams. Hasta mediados de los años 40, el equipo no se establece de forma profesional en la NBL (National Basketball League), y es en una de esas primeras temporadas, en el 45-46, cuando consiguen el título de liga, ya con el nombre de Rochester Royals. Ese nombre surgió, del whisky Crown Royal, el cual patrocinaba al equipo antes de ser profesional.

De la mano de los fundadores de los Royals, los hermanos Harrison, esas primeras temporadas del equipo de Rochester fueron un éxito, ganaron dos campeonatos y llegaron a las finales en otro, donde cayeron por 3-1 ante Minneapolis Lakers. De entre todos los jugadores, destacaban Bob Davies, Al Cervi, George Glamack y Otto Graham. Éste último, aporta la nota curiosa: tras el primer título liguero, Otto deja el equipo y se enrola como quarterback en las filas de los Cleveland Browns de la NFL de fútbol americano, siendo unos de los mejores jugadores de la época y ganando varios anillos de campeón con los Browns. Otto Graham, es Hall of Famer de la NFL.

En 1948, el equipo sale de la NBL para entrar en la nueva BAA (Basketball Association of America), y un año después estas dos entidades se fusionan para crear la NBA. Los comienzos de la NBA, también fueron un éxito para la franquicia de los Rochester Royals, tanto que en el año 1951 consiguieron su primera y última participación en las finales de la NBA, logrando también su único anillo de campeones, ganando a los New York Knicks en siete partidos. Ese equipo, era liderado por Arnie Risen, Bob Davies y Bobby Wanzer, todos ellos integrantes del Salón de la Fama de la NBA.

Tras unos años codeándose con los mejores equipos, los dueños de la franquicia, los hermanos Harrison, deciden en 1957 llevarse el equipo a Cincinnati (Ohio). En ese final de década, los mejores jugadores de los Cincinnati Royals eran Maurice Stokes y Jack Twyman, donde la mala suerte se cebó con el primero y el éxito con el segundo. Stokes, al cual se le auguraba un futuro brillante, tuvo que dejar prematuramente el baloncesto debido a una lesión cerebral, tras una caída en un partido de playoff ante Detroit Pistons en 1958. En cambio Twyman, se convirtió en el líder anotador del equipo en esos años, convirtiéndose en el primer jugador de la historia de la franquicia en conseguir promediar más de 30 puntos por partido en una temporada.

A los pocos años de la mudanza a Cincinnati, los hermanos Harrison comprobaron que el cambio de ciudad no había sido nada fructuoso en el tema económico, por lo que intentaron vender la franquicia a Arnold Shapiro, pero la liga denegó dicho acuerdo, ya que Shapiro pretendía devolver la franquicia a Rochester. Así que, los Harrison vendieron la franquicia a otra pareja de hermanos, Max y Jeremy Jacobs, en 1966. Desde 1966 hasta 1972, los Royals estuvieron jugando en canchas neutrales, hasta su nueva ubicación en Kansas City (Missouri). Dos nombres propios sobresalen sobre el resto en los años 60, Oscar Robertson y Jerry Lucas, los cuales además de ser Hall of Famers, son considerados por la NBA como integrantes del selecto grupo de los 50 mejores jugadores de la historia. Oscar Robertson, consiguió promediar un triple-doble en puntos, asistencias y rebotes en la temporada 61-62, único triple-doble promediado en la historia de la NBA. Además, consiguió el MVP del campeonato en el año 64. Por su parte Jerry Lucas, fue Rookie del año en el 65 y líder en porcentaje de tiros de campo, además de promediar más de 20 rebotes por partido en tres temporadas. A pesar de estas superestrellas, y de que el equipo era comandado desde el banquillo por Bob Cousy (antigua estrella de Boston Celtics), los Royals no conseguían cumplir sus objetivos.

En 1972, cuando el equipo se traslada a Kansas City, tienen que cambiarse el nombre de Royals por el de Kings, ya que en la ciudad de Kansas existía un equipo de béisbol apodado Royals, por lo que la franquicia pasó a llamarse Kansas City-Omaha Kings (durante 3 años jugaban en Kansas y en Omaha), para en 1975 llamarse definitivamente Kansas City Kings. Con el nuevo nombre, y ya sin Lucas ni Robertson, de los que de deshizo Cousy, los Kings vivieron unos años bastante buenos, sobre todo tras el fichaje de Nate Archibald, líder del momento en anotación y asistencias, el cual estuvo bien escoltado por Tom Van Arsdale, Johnny Green y Matt Guokasm, aunque este equipo sólo pudo llegar a Semifinales de Conferencia. Tras el traspaso de Archibald a los Knicks en 1976 y el despido del entrenador Cousy, el liderazgo del equipo recayó sobre Sam Lacey, aunque esos años finales de la década de los 70 no fueron buenos para el equipo, con un continuo baile de entrenadores.

La estabilidad no se encontró hasta 1979, con Cotton Fitzsimmons en el banquillo y con el rookie Phil Ford como estrella, ayudado por Lacey, Ottis Birdsong y Scott Wedman, los cuales formaban un equipo muy rocoso y estable. En 1979, ganaron la División Medio Oeste, el Kemper Arena se empezó a llenar, superando los 10 mil espectadores con asiduidad, y era un equipo fijo de playoffs en esos primeros años de la década de los 80, incluso llegando a las Finales de la Conferencia Oeste del 81 contra todo pronóstico, en las que cayó ante Houston Rockets.

Tras el éxito llegó el fracaso, tanto por temas deportivos como extradeportivos. En lo deportivo, cabe destacar la nefasta gestión de Joe Axelson, General Manager del equipo durante bastante tiempo y distintas etapas, en las que fracasó estrepitosamente, siendo parte importante en las espantadas de Robertson, Lucas y Archibald o por no lograr en ningún momento estabilidad deportiva en la franquicia. Fue despedido con la ubicación del equipo en Sacramento. En los extradeportivo, destacar la tormenta que destrozó el techo del Kemper Arena y la devaluación del equipo, por lo que tuvo que ser vendido por sólo 11 millones de dólares.

En 1985, la franquicia se instala en Sacramento, en donde vive unos primeros 10 años bastante malos, entrando sólo una vez en playoffs y ocurriendo una serie de desagradables sucesos, tantos deportivos como extradeportivos (Bobby Hurley muere en accidente, Rick Berry se suicida, mala dirección del entrenador Garry St. Jean y fracaso en el nº 1 del draft del 89 Pervis Ellison).

En 1996, los Kings logran llegar a los playoffs, gracias al esfuerzo de su estrella Mitch Richmond, pero su andadura por las eliminatorias fueron cortas. El equipo propiedad de Jim Thomas, el cual era bastante austero en el tema fichajes, no salía del agujero y en 1997 la franquicia es vendida a la familia Maloof, lo que supondría un cambio radical.

Entre los años 1997 y 2000, el nuevo General Manager Geoff Petrie (el cual ganó varios años el título de Mejor Ejecutivo del Año), realiza varios movimientos magistrales, por los que a Sacramento llegan jugadores como Jason Williams, Vlade Divac, Chris Webber o Peja Stojakovic, que junto a Rick Adelman de entrenador y Pete Carril de asistente, consiguen un equipo asiduo a playoffs y más tarde aspirantes al anillo (etapa 2000-2005), con un juego revolucionario y ofensivo, con gran atractivo para el público. En el 2000 llegó Doug Christie por Williamson, fundamental para la explosión de Stojakovic, y en 2001 Bibby por Williams, lo que le daba al equipo estabilidad en el backcourt. En 2002 hacen la mejor temporada de su historia (61-21), llegando a las Finales de Conferencia y cayendo trágicamente 4-3 contra Lakers, no sin el famoso escándalo posterior, en el que el árbitro Tim Donaghy admitió sobornos para beneficiar a los Lakers en el partido 6.

En 2004, el equipo comenzó a desmoronarse, marchándose paulatinamente los jugadores que lograron llegar a la Final de Conferencia de 2002, en 2006 el técnico Rick Adelman y en 2008 el base Mike Bibby. Desde 2008 hasta la actualidad, el equipo se encuentra en reconstrucción, con numerosas transacciones fallidas, como los llegadas de Ron Artest o Abdur-Rahim, o el no poder conservar a jugadores como Tyreke Evans o Kevin Martin, llegando incluso en 2009 a batir el récord negativo de balance victorias-derrotas con un 17-65.

Desde 2010, se abrió un halo de esperanza con la llegada de DeMarcus Cousins, jugador franquicia, y con la adquisición del equipo en 2013 por parte del indio Vivek Ranadive, lo que dejó atrás varios años de rumores que situaban a la franquicia fuera de Sacramento, ya que la familia Maloof pretendía vender los Kings a grupos empresariales de Anaheim, Virginia Beach o Seattle, sobre todo a este último para recuperar los Supersonics. Pero el gran esfuerzo del alcalde de Sacramento, Kevin Johnson, y la ayuda incuestionable del comisionado David Stern, hicieron posible la estancia de la franquicia en Sacramento.