No encajan los engranajes en Motor City

Análisis de los decepcionantes Detroit Pistons

Detroit, la ciudad más importante del estado de Michigan, es conocida bajo el sobrenombre de Motor City o Motown, debiéndose este apelativo a que esta ciudad es conocida como el centro tradicional del mundo del motor. Cada día miles de coches se exponen y otros cientos se fabrican buscando ser el mejor y más vendido de ellos, y marcas como Dodge, Chrysler, General Motors o Ford compiten ferozmente por este objetivo. Este pasado verano, los Pistons querían competir por tener su vehículo entre los mejores, realizando para ello ajustes como traspasos de engranajes y adquiriendo nuevas piezas. Tras años sin funcionar, el bólido de los Pistons deseaba volver a la élite del Este y parecía preparado para lucirse en su escaparate favorito: el Palace de Auburn Hills.

Los cambios en Detroit fueron significativos, a piezas jóvenes y con potencial como Monroe y Drummond se sumaba el parachoques de Josh Smith para formar el que podría ser el mejor frontcourt de la liga. Brandon Jennings dejó los Bucks para ser el volante y las marchas del equipo, contando el equipo además con buenos complementos como Rodney Stuckey, Jonas Jerebko, Kyle Singler y el novato Kentavious Caldwell-Pope, que daban un último toque a un todoterreno potentísimo y con gran futuro. Se respiraba felicidad en la Motown, el vehículo estaba preparado para ser conducido y el escaparate listo para la ocasión, siendo las expectativas muy altas. Pero no todo es un buen coche y un vistoso escaparate, puesto que para que un todoterreno ruede se necesita un buen conductor, y Joe Dumars eligió a Maurice Cheeks para este puesto.

La temporada comenzó y el todoterreno echó a andar. Los inicios son siempre duros, las nuevas piezas necesitaban tiempo para acomodarse y poder desplegar un buen ritmo. Pero la temporada seguía avanzando y el buen ritmo no llegaba, los Pistons no llegaban a sus objetivos. Decidieron hacer cambios y despidieron a Cheeks, pero ¿era lo más apropiado? Motor City no encontró en Mo Cheeks al mejor conductor de la NBA y su todoterreno seguía dando fallos.

¿Que es lo que está fallando?

Gran parte de la culpa de que los Pistons hayan decepcionado esta campaña, por no decir casi toda, pertenece a su anterior head coach. Mo Cheeks tuvo, para mí, principalmente tres fallos: no supo hacer bien las rotaciones, no supo controlar a sus jugadores y no supo utilizar la ventaja del frontcourt.

Cheeks situó en la rotación a jugadores que apenas aportaron, siendo Will Bynum y Chauncey Billups los máximos exponentes, dejando de lado a jugadores como Peyton Siva, Caldwell-Pope o Gigi Datome, quienes hubiesen necesitado más minutos para desplegar su temprano juego. El hecho de las rotaciones no sería, si fuese esto solo, un gran problema, ya que tanto Billups como Bynum aportan una experiencia muy necesaria en un roster muy joven. El verdadero problema es el hecho de no saber controlar ni a Brandon Jennings ni a Josh Smith. Ambos, como estrellas del equipo, tenían que haber sabido como actuar en los partidos para aportar más al equipo, pero no ha sido así.

La tarea de un buen entrenador es, aparte de llegar a los objetivos fijados al inicio de la temporada, saber centrar a los jugadores y a sus cabezas para rendir al máximo y para no dejarse llevar al lado oscuro de la liga, que ya ha trastocado (y acabado) más de una carrera prometedora. Cheeks no ha sabido centrar ni a Jennings ni a Smith, que han hecho lo que han querido en el campo. En el caso del base, ya avisó que tiraría siempre que pudiese, algo que no está ayudando mucho al equipo. El caso de Smith es más simple: no es alero, es un ala-pívot, y si juega de alero que lo haga cerca del aro, como una especie de «falso 4».

El desaprovechamiento de Smith nos lleva al siguiente punto, la mala utilización del frontcourt. Teniendo a Smith-Monroe-Drummond, un trío potentísimo y seguramente con la mayor capacidad reboteadora de la liga, más Jennings y KCP como tiradores parece muy simple: juego interior del frontcourt dejando espacios libres para los tiros exteriores de un backcourt tirador. Claro está que Cheeks y yo no pensamos de la misma manera, al igual que está claro que sus sistemas no han sido efectivos y no han explotado bien a sus jugadores. El despido de Cheeks es justo y merecido, aunque realmente el equipo no ha mejorado el récord en absoluto, consiguiendo un 21-29 con el susodicho y un 5-16 con John Loyer.

A pesar de todo esto, toda la culpa no es siempre del conductor, ya que cuando los engranajes y las piezas no funcionan es muy difícil conducir, y en Detroit no han actuado de la mejor manera. Jennings y Smith irregulares e individualistas. Monroe jugando de 4 no aporta tanto como de 5, y a pesar de la grandísima explosión de Andre Drummond, quién esta cuajando una gran temporada. Caldwell-Pope, Datome, Jerebko y Siva contando con pocos minutos,mientras Billups ha vuelto a ser lastrado por las lesiones, y Bynum sin dirección en la cancha.

Aparte del aspecto deportivo de Mo Cheeks y de las actuaciones de los jugadores, hay otro aspecto muy importante, la de Joe Dumars como GM. Parece clara su salida en verano, pero ¿hizo bien firmando a Smith? Sin duda muchos fans deben preguntarse esto. Su gran contrato puede pesar y provocar la salida de Greg Monroe, para mi con mucho más potencial que el ex-Hawk. Si finalmente Monroe renueva, los Pistons deberán deshacerse de algún que otro contrato como el de Stuckey o el de Villanueva, afectando mucho la salida del primero.


Visto todo esto parece que tanto el entrenador, como los jugadores y la directiva lo han hecho mal, y es que es así. ¿Pero hay algo que se salve en el equipo? Para mí solo Andre Drummond, Rodney Stuckey y Greg Monroe, aunque esto ya depende de cada cuál.

¿Que deben hacer para mejorar?

Los cambios grandes deben llegar en verano, siendo necesaria la llegada de un entrenador de carácter defensivo, siendo Lionel Hollins y Tom Izzo grandes candidatos. El entrenador de Michigan ya renunció publicamente al trabajo, pero la llegada de Hollins sería muy buena: se centra en la defensa y sabe trabajar muy bien con los frontcourts, como ya demostró en Memphis.

Tras la llegada de un entrenador, los Pistons necesitan un nuevo GM que sepa lo que necesita la franquicia. Mejorar lo que ha hecho Dumars no es un trabajo complicado, pero mejorar para ser el mejor si que lo es.

La clave del verano será la renovación de Monroe y la posible salida de Smith, que ya tuvo rumores con Orlando en el mes de febrero. Renovar a Monroe debe ser la prioridad, además de traer de la agencia a Stuckey y librarse de los contratos de Villanueva, Bynum y Billups, con los que se liberarían unos 14 millones de dólares respecto al margen salarial, una gran cifra sin duda alguna.

El trabajo del entrenador debe ser clave de cara a la siguiente campaña, ya que centrando a Jennings el equipo mejoraría muchísimo. Cuando el base está bien son mucho más duros en ambos lados de la cancha. Jennings tiene mucha facilidad para el doble-doble, y con un gran head coach puede meterse entre los mejores bases de toda la NBA.

La conclusión es simple: temporada penosa en todos los ámbitos para Detroit (salvo honrosas excepciones). Como bien se dice en estos casos de los errores se aprende, y eso es algo que sobra ahora mismo en la franquicia. Hay que ser optimistas: poco pueden empeorar pero mucho pueden mejorar.

Ahora mismo los Pistons marchan con un récord de 26-45 y a 5 partidos del octavo puesto del Este quedando solo 11 partidos por jugar, por lo que parece muy complicado que se clasifiquen para PO, aunque sus vistas tienen que estar en la próxima campaña, en la que todos esperamos que cumplan con las expectativas esperadas para este todoterreno.

análisisAndre DrommondBrandon JenningsDetroit Pistonsgreg monroeJohn Layerjosh smithMaurice Cheeks
Comentarios (0)
Dejar comentario