Ricky Rubio consiguió ayer en la derrota de los Timberwolves por 104-114 contra los Clippers un robo, con el que se afianzó como el jugador de los Timberwolves con más robos en una única temporada con 178 recuperaciones de balón.
El anterior récord estaba en posesión de Tyrone Corbin, actual entrenador de los Utah Jazz, con 175 robos de balón en la temporada 1989-90. Corbin promedió en esa temporada 14.7 puntos (48.1% TC), 7.4 rebotes, 2.6 asistencias, 2.1 robos, 1.7 pérdidas, 0.5 tapones jugando en la posición de small-forward. El head-coah del equipo de Salt Lake City pasó en los Timberwolves dos temporadas y media.
Rubio está siendo bastante criticado esta temporada por su problema en el tiro, que en los instantes finales de los partidos supone un lastre importante para el equipo. Aun así, su habilidad para llevar el juego es muy importante en Minnesota. También se nota mucho su presencia en la parcela defensiva, donde a parte de los robos aporta otras muchas cosas, la mayoría intangibles como la lectura del ataque rival.
Los Timberwolves no se clasificarán para la postemporada ya que poseen un récord de 36-37 a pesar del temporadón de Kevin Love. El problema de este equipo reside en la defensa, especialmente la defensa interior, donde Nikola Pekovic y el propio Love no dominan en absoluto, más bien lo contrario.
Ricky Rubio está promediando esta temporada 8.9 puntos (37.4% TC; 34.5% T3), 4.4 rebotes, 8.5 asistencias, 2.4 robos, 2.7 pérdidas.
«Tiene buenas manos y se anticipa muy bien», afirma Rick Adelman, entrenador de Minnesota Timberwolves.