Hace 38 años nació en Christiansted, Islas Vírgenes, el probablemente mejor ala-pívot que haya jugado en la mejor liga del mundo, Tim Duncan.
En sus principios, Timmy no apuntaba a jugador de baloncesto, sino a nadador, y figuraba entre las mejores promesas del país en este deporte, incluso apuntando a disputar los juegos olímpicos de Barcelona ’92. Pero debido a un huracán que arrasó la piscina donde entrenaba, y la muerte prematura de su madre cuando tenía catorce años, provocaron que Tim perdiera su entusiasmo por la natación. De mano de su cuñado conoció un nuevo deporte, el actual deporte por el que es mundialmente conocido, el baloncesto. Rápidamente se convirtió en la estrella de su instituto, y ya diversas universidades se comenzaron a fijar en el joven Duncan. Finalmente se decantó por la Universidad de Wake Forest.
En la Universidad Duncan fue uno de los mejores jugadores de su generación. Fue nombrado All-American, y ganó en 1997 el Premio John R. Wooden al mejor jugador masculino de toda la NCAA. Esa temporada, Duncan promedió 20.8 puntos y 14.7 rebotes por partido, uno números que ya dejaban entrever lo que nos esperaba de él.
Dominó el poste bajo como nunca se había visto, haciendo gala de unos movimientos al poste, algunos poco ortodoxos pero tremendamente efectivos. Durante el 95, 96 y 97 arraso en las ligas universitarias, estando en el mejor quinteto de la ACC y ganando en el 97 el premio de MVP del torneo de la ACC. Finalizó su carrera universitaria como el máximo taponador de la historia de la NCAA y uno de los 10 jugadores capaces de conseguir 2.000 puntos y 1.500 rebotes en su carrera. Tras ese exultante 1997, se declaró elegible en el Draft.
En el draft de 1997, Los San Antonio Spurs, lo seleccionaron en la primera posición. Fue así como se juntaron una de las mejores duplas interiores que se ha visto, David “El Almirante” Robinson, que se había perdido la anterior temporada del draft de Duncan, y “Timmy” Duncan, las famosas “torres gemelas” de los Spurs.
En su temporada rookie Duncan no decepciono promediando ya números de estrella con 21.1 puntos, 11.9 rebotes, 2.7 asistencias y 2.5 tapones. Además cosechó un buen número de títulos individuales, como el de Rookie del año, integrante
En la temporada 98-99, fue la confirmación de San Antonio en la élite batiendo fácilmente a cada uno de sus rivales en Playoffs y alzándose con el título de la NBA. Duncan fue nombrado MVP de las finales, y era la primera vez en la historia de la franquicia de San Antonio que conseguían hacerse con el tan ansiado anillo.
Pero la explotación de Duncan definitiva como jugador, no llegó hasta la temporada 2001-02, donde con unos números estratosféricos, 25.5 puntos, 12.7 rebotes, 3.7 asistencias y 2.5 tapones, consiguió el MVP de la temporada.
Pero fue la temporada siguiente donde los Spurs consiguieron su segundo título en sus vitrinas. Con Duncan otra vez con el MVP de la temporada regular bajo su brazo, y guiándoles en unos playoffs, donde también se hizo con el MVP de las finales. Esa temporada supuso el fin de las torres gemelas, y la confirmación de Duncan como líder de los Spurs, donde le renovaron por un contrato de $122 millones por siete años.
En la temporada 2004-05, los Spurs consiguieron su tercer título ya con Timmy de auténtico líder, con el tercer MVP de la temporada y volviendo a ser en las finales el MVP ante uno aguerridos Pistons.
Y su último y cuarto título hasta el momento, llegó en 2007, ante los Cleveland Cavaliers de LeBron James. Aunque esta vez no fue Duncan sino su fiel escudero, Tony Parker quien consiguió el MVP de las finales.
A partir de aquí, San Antonio siempre se ha mantenido en la élite de la NBA, aunque lamentablemente no ha vuelto a hacerse con el campeonato, pero eso si, han conseguido que se les etiquetara de equipo con el que nadie quiere cruzarse en postemporada.
Así ha sido hasta la fecha el periplo de uno de los mejores jugadores de toda la NBA, un jugador que encandila y que supo ser el líder de una franquicia necesitada de un cambio de rumbo. Duncan ha sido uno de esos jugadores que han supuesto un punto de inflexión en la NBA, probablemente el mejor jugador interior, ala-pívot, que se haya visto. Desde SomosNBA queremos felicitarte por tus 38 años, felicidades Timmy.