El reto de Ricky Rubio

Se enfrenta a una temporada crucial

Ricky Rubio fue una gran apuesta de los Minnesota Timberwolves que lo seleccionaron en la posición 5 de Draft de 2009.

Ricky decidió entonces fichar por el Barça, en el que fue el traspaso más caro de la ACB hasta la fecha. Allí jugó dos temporadas en las que continuó rompiendo todos los récords de precocidad y consiguió una Euroliga, una liga ACB, dos copas de Rey y dos supercopas. En su último año en el Barcelona las cosas a nivel deportivo no le fueron bien, tuvo problemas para adaptarse a los encorsetados sistemas de juego de Xavi Pascual y pasó una muy mala campaña, perdiendo su fantasía casi por completo. Sin embargo, desde los Wolves la ilusión por que Ricky recalara allí seguía intacta, a pesar de la irregularidad en su juego en España. En muchas ocasiones el propio Kevin Love telefoneaba  a Ricky para convencerle de que cruzara el Atlántico y se pusiera la camiseta de los “lobos” de una vez por todas. El 17 Junio de 2011 Ricky anunció por fin, que ponía rumbo a Minnesota, donde los Wolves le esperaban con los brazos abiertos.

La llegada de Ricky a Minnesota no defraudó, tras años de espera, los Wolves le dieron las llaves en la dirección del equipo y Rubio estuvo muy acertado. Ya en enero de 2012 consiguió ser “novato” del mes en la Conferencia Oeste y fue seleccionado para disputar el partido entre rookies y sophomores de All-Star  de Orlando 2012. Ricky estaba siendo una de las sensaciones entre los novatos hasta que todo se tambaleó; el diá 9 de marzo y justo en el ecuador de la temporada, el base de los Wolves sufrió una gravísima lesión en los ligamentos de su rodilla izquierda jugando un partido frente a los Lakers cuando defendía a Kobe Bryant. En ese mismo momento terminó su primera temporada en la NBA con unos promedios de 10.6 puntos, 8.6 asistencias y 4.2 rebotes en 34 minutos de juego en los 41 partidos que disputó. Terminó en el mejor quinteto rookie y  fue segundo en las votaciones para ser el novato del año que finalmente se llevó el jugador de los Cavs, Kyre Irving.

A partir de aquí Ricky Rubio afrontó los 9 meses más complicados de su carrera deportiva y algo desconocido para él hasta la fecha, tocaba guardar reposo y recuperarse. Finalmente y tras mucho esfuerzo, Ricky Rubio reaparecía, ya en la temporada 12/13 a mediados de diciembre. En los 57 partidos que disputó durante esa temporada se vio a un jugador más dubitativo y menos agresivo, lo que es normal después de una lesión tan grave. Fue de menos a más y acabo la temporada con buenas sensaciones. Sus números se estancaron y se mantuvieron muy similares a los de su primera temporada; fueron de 10.7 puntos, 7.3 asistencias y 4 rebotes en 29.7 minutos de juego.

La pasada campaña todos los focos apuntaban a Ricky Rubio, con la lesión ya olvidada, se esperaba su gran año y la verdad es que fue decepcionante, tanto a nivel colectivo como individual. Jugó los 82 partidos y lejos de mejorar sus registros en anotación tuvo más problemas que nunca con su tiro y se le empezó a cuestionar desde muchos sectores de la prensa. El equipo terminó con  un balance negativo; 40 victorias y 42 derrotas lejos de los playoff en una muy exigente conferencia Oeste. Sus números la pasada campaña fueron de 9.5 puntos, 4.2 rebotes y 8.6 asistencias.

Con todo lo comentado anteriormente a sus espaldas, afrontará Ricky lo que será su 4º año como miembro de  los Minnesota Timberwolves. Será una temporada cargada de alicientes: termina su actual contrato y tendrá que ganarse la renovación, la más que posible salida de Kevin Love y llegada de jugadores nuevos al equipo harán que Ricky tenga que demostrar su capacidad de liderazgo y aumentar su responsabilidad en la cancha, además del nuevo inquilino del banquillo de los Wolves, Flip Sunders.

Para dar un paso al frente y que nadie cuestione su estatus de “estrella” de cara a la próxima renovación, Ricky Rubio debe zanjar, de una vez por todas, sus problemas con el tiro y la anotación, que le llevan persiguiendo en sus últimas temporadas. Como él mismo ha reconocido en muchas ocasiones, “es una cuestión de confianza” y este año no será fácil ya que la presión añadida sobre el base español le generara más ansiedad. Ricky lleva varios veranos trabajando intensamente tratando de encontrar “su tiro” es decir, un arma que le permita anotar con facilidad (como por ejemplo Navarro con su bomba), pero de momento, parece que no ha encontrado esa situación que le haga suplir su mala condición de tirador.

Si consigue ser una amenaza desde media o larga distancia, Ricky vería mejoradas, aun más, sus brillantes características de juego, ya que los defensores no le podrían flotar y tendrían que pasar los bloqueos por delante  por lo que con su maravillosa visión de juego beneficiaría a todos sus compañeros y generaría constantes ventajas al equipo. No se trata de ver a un Ricky Rubio por encima de 20 puntos, ya que ese no es su estilo, pero sí que sus porcentajes se sitúen cerca del 50% de efectividad no como hasta ahora en su carrera nba en torno al 35%.

La semana pasada saltaba la noticia de que su agente, Dan Fegan estaba buscado un contrato por el máximo permitido para el jugador español lo que reabrió el debate sobre Ricky, que está siendo muy cuestionado tras la pasada campaña. Lo cierto es que el talento no se puede entrenar y de eso Ricky va sobrado. Tiene una visión de juego como pocos bases en la liga, es la antítesis de el prototipo base actual más físico y anotador (Irving, Westbrook o Lillard, por ejemplo), pero Ricky no deja indiferente a nadie, es capaz de hacer jugar al equipo a distintos ritmos y generar juego tanto a hombres interiores, como a tiradores abiertos y  es un maestro en el arte del contraataque. También es un muy buen defensor y uno de los líderes en el apartado de robos de la liga. Aún con sus persistentes problemas de tiro, es considerado por sus propios compañeros de profesión como un mago y es que cada noche deja jugadas al alcance de muy pocos.

Lo que sea capaz de demostrar Ricky este próximo curso dependerá las condiciones de su nuevo contrato o dicho de otra manera, su actuación esta temporada dictaminará su verdadero estatus en la liga. ¿Es Ricky Rubio una estrella de la liga? Pronto lo veremos.

minnesota timberwolvesnbaRicky RubioSomosNBA
Comentarios (0)
Dejar comentario