En la pasada jornada se hizo oficial el traspaso a tres bandas que provocó la salida de Andrew Wiggins de los Cavaliers para llegar a los Minnesota Timberwolves. El número 1 del último Draft veía muy cercana su salida de Cleveland, más que nada después de que LeBron James optara por regresar a la franquicia de Ohio, ya que esto implicaría la llegada de otro jugador de primer nivel para acompañar a «The King» y a Kyrie Irving para poder conformar un nuevo «Big Three».
«El traspaso es lo mejor para mi futuro, teniendo en cuenta mi personalidad y lo que puedo a llegar a mostrar como jugador, prefiero ir a un sitio donde sean pacientes conmigo, en el cual yo pueda ser una pieza clave dentro del equipo. Mientras que en Cleveland mi rol sería muy distinto, esto sumado a que esta temporada lo único que sirve es obtener el campeonato, sino será un verdadero fracaso»
En otro orden, Bill Self, coach de Andrew Wiggins en la Universidad de Kansas, había dado a conocer hace algunas semanas fragmentos de una charla que mantuvo con su ex pupilo en un campamento que se llevó a cabo en Kansas City.
«Andrew está encantado de ir a Minnesota. Cuando se hablaba de un posible traspaso hablé con él y me dijo que esperaba ser cambiado. Al principio no le creía, pero me hizo ver que quiere jugar en un lugar donde sea importante desde el primer momento, y no en un equipo en cual el protagonismo llegue a largo plazo. A todo el mundo le gustaría jugar al lado de LeBron, ya que es sinónimo de victoria inmediata, pero para que Wiggins pueda desarrollar su mentalidad y su juego, lo mejor es ir a un equipo como Minnesota, que puede ofrecerle el protagonismo y la paciencia que él necesita.«
Otro ex entrenador que habló sobre el traspaso de alero canadiense fue Rob Fulford, quién lo dirigió en Huntington Prep High School, en West Virginia. Estas fueron sus palabras:
«A Wiggins no le importa lo que LeBron James piense de él. Andrew es una persona sencilla, amable, elegante y humilde, que se ha mantenido muy firme ante todos los rumores, y al cuál solo le importa una cosa: jugar al baloncesto. El hecho que LeBron no haya hablado con él, no lo afectó para nada, ya que ahora está centrado en sí mismo y en su futuro equipo. Sus padres son grandes atletas, que han sido capaces de aconsejar y ayudar a su hijo durante todo este tiempo.»