Al Jefferson fue una bestia la temporada pasada en Charlotte, con promedios de 21.8 puntos, 10.8 rebotes por partido, y un 50.9% en tiros de campo, además de que trabajó duro en defensa y tuvo el mejor año de su carrera en ese extremo de la cancha. Eso fue suficiente para que los Hornets alcanzasen los PlayOffs y Jefferson fuese incluido en al tercer equipo ideal de la NBA.
Pero durante los PlayOffs se vio afectado por una fascitis plantar, por lo que se perdió el cuarto y a la postre definitivo partido contra Miami Heat.
La única cura real para la fascitis plantar (una inflamación de la fascia plantar, que es una banda de tejido que recorre la parte inferior del pie) es el descanso, y el center, en declaraciones para el sitio web oficial de los Hornets, aseguró haberlo hecho este verano y estar listo de nuevo, por lo que pocos días después apareció en las instalaciones de los de Carolina del Norte para participar en los entrenamientos opcionales del equipo.
También dijo que su enfoque para esta temporada era mejorar en la parcela defensiva. Steve Clfford aseguró que, aunque el pívot no vaya a ser nunca una bestia defensiva, trabajó muy duro durante la temporada pasada y fue un jugador sólido dentro de la buena defensa que ejercieron los otrora Bobcats durante la campaña anterior.
Esta temporada Charlotte debe dar un paso adelante, no sólo llegando a los PlayOffs, sino siendo, además, una amenaza en la primera ronda. Los Bobcats carecían de creatividad ofensiva en la temporada pasada, pero la llegada de Lance Stephenson debería darles ese plus ofensivo que durante algunos momentos del pasado año les faltó.
Con todo esto, queda claro que los Hornets van a ser un equipo divertido de ver durante esta temporada.