Rudy Gobert tuvo su partido consagratorio en un Mundial nada menos que ante España, el local y máximo aspirante junto con Estados Unidos a ganar el torneo. Fue una de las grandes figuras de Francia saliendo desde el banco, y con una gran tarea defensiva secó a los pivots españoles consumando una de las mayores sorpresas en el panorama baloncestístico en los últimos años.
Y es que entre Marc Gasol e Ibaka, terminaron con un 2-14 en tiros de campo, y Pau Gasol, que fue la única luz en un pésimo encuentro del combinado español, se vio obligado a jugar muy lejos del aro.El joven pívot francés consiguió 4 rebotes en ataque y 9 en defensa, más que entre los hermanos Gasol juntos, que terminaron con 12. Hasta se dio el lujo de jugar el último cuarto completo.
“Trate de jugar duro, de parar a Pau, de coger rebotes y creo que lo hice bien. Sabía que todo el mundo esperaba que yo ayudase al equipo parando a Pau y a Marc y que podía hacerlo y ésa era mi misión.»
«Si paras a Pau, que es uno de los mejores del mundo, ellos ya no son el mismo equipo”, comentó el francés en declaraciones a diferentes medios presentes en el Mundial.
Además se refirió a la cómo les jugo a favor la presión que tenía España:
“Prefiero estar en nuestra situación, ellos tenían más que perder. Tenían al público a favor, solo jugamos duro y ellos tuvieron presión al final del partido. Son grandes jugadores pero también son humanos».
«Tengo mucha confianza para mi carrera y para el próximo juego y la siguiente temporada», dijo Gobert tras su gran partido. Un jugador joven, muy alto y por ahora también delgado, que con su partido de ayer debe haber generado alguna sonrisa a Quinn Snyder.
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