Según los rumores surgidos en distintos medios americanos, JJ Barea podría tener sus horas contadas dentro de la franquicia de Minneapolis. Los Timberwolves quieren deshacerse del jugador puertorriqueño mediante un traspaso de jugadores o mediante un despido o rescisión de contrato, ya que al jugador le queda un último año de contrato y este no entra en los planes de los de Flip Saunders.
Los Timberwolves van a aprovechar que tras el Mundial de España de 2014 el valor de Barea se ha incrementado para conseguir alguna oferta más atractiva por el base. Ha promediado 22 puntos, 3.2 rebotes y 3.2 asistencias, unos números que muestran que es un base eficiente, que no ha demostrado el nivel de juego que puede alcanzar en los Wolves, pero que sí tiene nivel NBA y lo ha mostrado en la selección de Puerto Rico.
Además, con las incorporaciones nuevas de este año y con la intención de hacer un equipo con una baja media de edad, Barea (30) se queda sin hueco, ya que su puesto y minutos van a estar destinados principalmente a Zach LaVine (19), el rookie de UCLA y que fue elegido el número 13 en el Draft de este año.
Así pues, los T’Wolves han puesto a Barea como transferible y esperan ofertas por el jugador. En el caso que no recibiesen ninguna restaría la opción de rescindirle el contrato, ya que todavía le queda en vigor un año más y se podrían ahorrar una parte de los $4.5M que tiene firmados. Sin embargo, es una pieza válida en el mercado y un expiring a la vez, así que muy probablemente no le faltarán pretendientes.