Por todos ya era sabido de que el partido ante los Houston Rockets iba a suponer un gran reto para los Boston Celtics, encuentro en el que ambos equipos llegaban invictos. Pero el transcurso del partido fue poniendo cuesta arriba las opciones de los Celtics de poder llevarse la victoria de Texas.
La primera de esas claves fue el acierto desde la línea de tres puntos, donde el acierto de los Rockets fue abriendo una brecha considerable en el marcador y mermando las posibilidades de los verdes. Este factor sumado a una ventaja de 57-38 en el descanso para los de Houston, supondría una diferencia que los Celtics no podrían superar en todo el segundo tiempo.
Brad Stevens no ha impuesto específicamente que sus jugadores realicen tiros desde el perímetro, pero sí quiere que lancen siempre que tengan buenas posiciones abiertas. Y eso fue exactamente lo que sus chicos intentaron en todo momento, ya que gran parte de sus intentos fueron desde buenas posiciones, pero esta vez sin mucho acierto.
Boston terminó la primera mitad después de haber fallado 12 de sus intentos desde larga distancia. Afortunadamente para Boston, Green terminó anotando un triple en los minutos finales del partido, logrando así a evitar un récord negativo de la NBA en fallos de lanzamientos triples (0-de-22), con este dato podemos hacernos la idea de lo desastroso que fue el encuentro para los verdes en este apartado .
Otro de los aspectos fundamentales fue el éxito de los Rockets en la línea de tiros libres. Houston, a pesar del ya conocido problema de D.Howard para anotar desde la personal, terminó con un 70%, y es que solo James Harden visitó la línea 14 veces sin error.
Y esa es otra, James Harden. Fue el jugador destacado del partido.
Brad Stevens esto sobre el mejor jugador del partido: «James Harden es especial.»
Con un 5-de-14 en tiros no dice mucho de su rendimiento general. Fue un auténtico líder en la en la conducción del juego de los Rockets para lograr una victoria de 104-90.
Los jugadores que defendieron a Harden anoche no tenían ninguna oportunidad de lograr que fuese efectiva. Harden atacó a sus defensores siempre que recibía la bola y en cualquier parte de la zona de ataque, de ahí que el escolta de los Rockets visitase la línea de personal 14 veces. A pesar de su pobre acierto en tiro, el californiano terminó el partido con 26 tantos, siendo así el máximo anotador de su equipo y del partido.
Harden contribuyó en todos los ámbitos de juego y eso se puede notar en la captura de ocho rebotes, repartiendo seis asistencias y logando cuatro robos. Incluso logró realizar un tapón a su ex compañero de equipo, Jeff Green.
Harden es, sin duda, un jugador especial, y demostró ser especial en el partido de anoche.
Con esta derrota, los Celtics igualan su tanteo a 1-1, y los Rockets siguen sin conocer la derrota en este inicio de temporada. El siguiente partido de Boston los llevará a Dallas, otro equipo que ha empezado con buen pie y será otra piedra de toque para estos nuevos Celtics, que esperemos estén más acertados en los lanzamientos de la larga distancia para poder competir y seguir con opciones de llevarse el partido en casa de Nowitzki y compañía.