Otto Potter, alero de 2.03 metros de altura, durante su etapa universitaria en Georgetown fue considerado uno de los mejores jugadores de su generación. De él destacaban su habilidad para correr la pista, sus movimientos sin balón, su envergadura y su buena capacidad defensiva. Todo esto, unido a que el de 2013 tampoco es que fuese el mejor draft de la historia, le valieron para ser elegido en tercera posición del «Draft 2013» por los Washington Wizards.
Ser elegido en tercera posición, sea el draft que sea, siempre hace que en torno a ti se generen unas ciertas expectativas y que acumules un cierto número de ojos sobre tus espaldas. Y la verdad es que el jugador empezó con el pie izquierdo. Nada más comenzar la Summer League se lesionó la corva y la cadera, lo que le hizo perderse el Training Camp y empezar la Regular Season casi colgado de un extremo del banquillo. Pese a que acabó jugando 37 partidos a una media de 8.6 minutos, su estadística de 2.1 puntos, 1.5 rebotes y 1.5 asistencias no satisfizo las expectativas de casi nadie en la capital de los USA.
«Definitivamente aprendí sobre mí mismo pasando por algo así», dijo el ex-jugador de Georgetown. «Ahora, de cualquier oportunidad, voy a sacar el máximo provecho de ella.»
Además, este verano llegaba a los Washington Wizards una leyenda en activo de la NBA y futuro «Hall of Fame» llamado Paul Pierce… que juega en su misma posición. Por lo que los minutos y oportunidades de los que iba a disponer para desarrollarse no parecía que fuesen a aumentar, precisamente. Su única opción era aprovechar la ventana que se le habría con las lesiones de Bradley Beal y Martell Webster.
Pues bien, no sabemos si la llegada de Pierce ha supuesto un reto para él, o el hecho de tener claro cual va a ser su rol dentro del equipo, ha hecho que Porter haya sufrido una mejoría más que aceptable en esta primera semana de competición que llevamos. A sus ya citadas cualidades, le hemos visto con una confianza tremenda para convertirse en un catch-and-shoot player (jugador de recibir y tirar), para hacerse sus propios tiros, ya sea abierto desde la línea de tres, de media distancia o finalizando las penetraciones con una bandeja; eso sí, nunca sin perder su facilidad natural de fabricar jugadas para sus compañeros.
«Estoy listo para ayudar al equipo», dijo. «El objetivo principal que tengo en mi mente es jugar todos los partidos, estar libre de lesiones. La oportunidad está ahí. La gente tiene que mejorar y eso es lo que estoy tratando de hacer «.
En definitiva, el de Misuri se está convirtiendo en justo el jugador que los Wizards necesitan mientras se recupera Beal de su lesión. Tras una pre-temporada en la que ya demostró que este año iba a ser muy distinto al de su novato, y un primer partido más que correcto, su paso adelante definitivo fue el pasado partido frente a los Milwakee Bucks. En dicho partido, el jugador se vio libre de competencia y que su equipo le necesitaba tras la expulsión de Paul Pierce, y lo resolvió anotando 21 puntos, cogiendo 5 rebotes y repartiendo 1 asistencia.
«Creo que él ha tomado (como referencia) lo que hizo en la final del año pasado, y lo que hizo en el verano, y que está jugando con una buena confianza, que es lo que tienes que hacer en este nivel» dijo su entrenador.
Esperemos que siga evolucionando a lo largo de esta temporada, y mantenga o mejore sus actuales estadísticas de 12.7 puntos, 3.3 rebotes y 0.7 asistencias en 26 minutos de juego por partido.