La energía frenética de Manimal encajaba a la perfección con el sistema de ida y vuelta de George Karl, sin un ataque tan en estático. Su capacidad atlética era premiada. Entonces la pasada temporada llegó Brian Shaw para asumir el cargo de entrenador y él quería cosas más tradicionales de Faried, quien no tenía un pulido juego en el poste o un tiro de media distancia que pueda asustar a ningún equipo.
«Antes, el año pasado, tuvimos encontronazos porque con ciertas filosofías que él tenía yo no quería obedecerlas o acatarlas. Quería hacer mis propias cosas y jugar más minutos. Estaba frustrado», afirma Faried. «Pero conforme la temporada avanzaba, era un desastre porque los chicos se vinieron abajo pero teníamos que estar juntos y conectar para ganar el número de partidos que ganamos el año anterior».
«Me ayudó mucho llegar a este año con lo que había hecho en el Team USA, él tiene mucha más confianza en mí y me hace jugar más minutos, lo que me asegura estar en la pista para ayudar al equipo y tener un impacto».
Están bien ahora, Faried y Shaw. Están en la misma página.
El problema es que el 1-5 de los Nuggets no lo está. Faried está frustrado, todos los Nuggets lo están. Denver tiene jugadores talentosos y el núcleo de un equipo que ganó más de 50 partidos dos años atrás (Ty Lawson, Danilo Gallinari, y otros) pero ahora están entre las 10 peores defensas y ataques de la liga.
Faried atribuye el mal inicio a una resaca de todas las lesiones.
«Muchos compañeros volviendo de lesiones, es duro ahora mismo», Faried decía la razón detrás del flojo comienzo. «Estamos básicamente intentando encajar y compenetrarnos, y ese tipo de cosas son difíciles cuando los compañeros no pueden jugar todo el tiempo. Y otros tienen que quedarse fuera para reposar».
«En los partidos, algunos no han jugado con otros desde hace mucho, por lo que estamos intentando adaptarnos los unos a los otros. El training camp ayudó un poco pero no lo suficiente como para decir ‘sí, perfecto, estamos compenetrados’. Incluso el equipo que ganó el título (Spurs) no está encajado por ahora. Es pronto, pasa, pero lo hará más temprano o más tarde».
Donde Faried siempre ha conectado es con los fans. Los aficionados de los Denver Nuggets aman a Manimal. Este verano, los fans del Team USA se subieron al vagón cuando Faried se convirtió en un parte vital de la medalla de oro que los EEUU se llevaron en el Campeonato del Mundo.
«Conecto con los fans», dice Faried. «Todo lo que los fans quieren es ver que juegas a tope y que lo das todo. Si no puedes ganar el partido pero estás poniendo todo el esfuerzo en intentarlo, al menos no estás tirado y muriendo. Eso es por lo que pienso que los fans me quieren y me respetan, porque soy un jugador que lo da todo y doy a los fans highlights con mates y tapones, aparte de ser sólido».
Faried conectó también con algunos fans frustrados de Detroit en uno de los primeros partidos de la temporada cuando habló de que los Nuggets planeaban dejar a Josh Smith tirar de media distancia ya que esto sacaría a los Pistons del partido. Smith respondió llamándolo payaso.
«Creo que la controversia se trajo de ninguna parte,» afirma Faried. «No estaba intentando ser irrespetuoso o parecido. Smith es una estrella, es un gran jugador, sólo estaba diciendo cuál era nuestro plan. Seguimos nuestro plan y creo que la prensa lo tomó como que yo estaba faltando el respeto a Josh o que pienso que soy mejor que él. No pienso que soy mejor que nadie, sólo creo en mí mismo».
Los fans de los Nuggets creen en él, y ahora también Shaw.