El alero se lesionó el pasado 16 de noviembre en el partido que enfrentaba a los Charlotte Hornets y los Golden State Warriors, sufriendo unas molestias en su pie derecho debido al estrés acumulado. Estas molestias suelen ser precursoras de algo mucho peor, una fractura, lo que podría dejar al jugador en el dique seco durante mínimo otros 2 meses.
«Lo está haciendo bien, el objetivo con ese daño especial es tener cuidado y cautela porque podría lesionarse otras seis u ocho semanas si regresa muy pronto.« – dijo el entrenador de los Hornets, Steve Clifford. – «Creo que aún es demasiado pronto para que vuelva a jugar, aunque los médicos digan que está habilitado para ello.«
«Aún no estamos completamente seguros. Solo están empezando a hacer más con él. Ya ha hecho alguna sesión de tiro sin movimiento y a hacer algún entrenamiento bajo el agua, pero aún no puede poner mucha presión sobre su pie.«
El jugador, que en el partido frente a Atlanta se perdió su noveno encuentro, es muy importante para Steve Clifford, por lo que están tratando su lesión con la mayor cautela posible. En los 6 partidos que ha jugado hasta la fecha, el jugador promedia 9.8 puntos, 5.5 rebotes y 1.3 asistencias en 23 minutos, con un sorprendente 63% en tiros de campo, ostensible mejora desde que trabajó en verano para cambiar su mecánica de tiro.