Los 4 pecados de New Orleans Pelicans

4 puntos a mejorar por el equipo

Hace un par de semanas el legítimo sueño de aspirar a entrar en PlayOffs por parte de New Orleans Pelicans se mantenía vivo. El registro era de (7-5), y aunque entre medias había habido rivales como Lakers, Hornets o Wolves, daba lo mismo, pese a la dureza de la Conferencia Oeste, todo era posible. Desde entonces, balance de (1-4) y sobre todo la sensación de que se están sistematizando una serie de errores que una vez asumidos parecen haberse convertido en pecados capitales para Pelicans.

1. Dependencia absoluta. El inicio espectacular de Anthony Davis solo podía suponer cosas positivas para New Orleans, pero nada más lejos de la realidad, poco a poco lo que debía ser un arma de destrucción masiva para los rivales se ha convertido en una pesadilla. Se acabaron los tiros fáciles, llegaron los (2+1) a Davis, y por lo tanto todo se complica. Con esta situación, y pese a los números que sigue haciendo, NOLA ha pasado a tener una dependencia absoluta, en defensa y ataque, de su jugador franquicia, hasta el punto de que sin él en cancha apenas son capaces de generar acciones positivas.

2. Falta de ambición. En el último partido frente a Golden State Warriors, y con una ventaja de (+8) cuando apenas faltaba un suspiro para finalizar el Q1, llega el apagón de rigor, esa falta de querer ampliar la ventaja a 10, luego 11, 12… En lugar de eso, alargar posesiones, hacer más rácano el juego y dar rotaciones. ¿La consecuencia? Pues la esperada, los equipos rivales huelen la sangre y se aprovechan de esa debilidad mental que presentan los jugadores y el entrenador.

3. Sin hombres importantes. Omer Asik llegó para ayudar en defensa, eso se sabía, pero rechazar mirar el aro de forma sistemática, y que cuando lo haga sea un suplicio, es un gran problema. (1/5, 0/4, 1/5, 1/7), ¿estos son porcentajes lógicos en un pívot que juega debajo del aro? Pues son algunos de los partidos que se ha marcado el turco. Bien en defensa, pero nulo en ataque.

Y luego está Tyreke Evans, erigido en ayudante de faenas de Anthony Davis ante la deserción de Eric Gordon (aunque sea por lesión), está en su peor campaña en lo que se refiere a tiros de campo, y pese a ser un jugador incisivo y muy importante para el equipo, en los momentos clave está teniendo demasiado la pelota y no está sabiendo leer el juego. Si no cambia su actitud, definitivamente los PlayOffs serán una quimera.

4. Sin banquillo. Con la lesión de Gordon ha tenido que cambiar la rotación, y por lo tanto Ryan Anderson ha pasado a ser el 4º jugador que dispone de más tiempo en cancha. Esto deja a Austin Rivers y John Salmons como teóricos “sextos hombres”. Pero ni el uno, ni el otro han sido capaces de ofrecer nada, absolutamente nada. Pelicans sufre lo que no está escrito cuando debe empezar la rotación.

Idas y venidas

Tras la marcha de Darius Miller y Patric Young a principios de mes, ha llegado Dante Cunningham. Quinta franquicia en su quinto año como profesional. Poco más que decir. Viene a cubrir el hueco de alero que se reparten entre Luke Babbitt, John Salmons, o el primero que pasa por allí. Este verano tratábamos en este mismo espacio la problemática que se le presentaba a Monty Willimas en esa posición. Pues bien, tras varias semanas de competición no se ha resuelto, y el parche terminad siendo Cunningham.

Sin duda el rumbo del equipo no es bueno. Además, la peor noticia es que tiene unos próximos días cargados de compromisos importantes que les hará caer más abajo, no solo en la clasificación, sino en sus expectativas y la confianza.

Clippers, Dallas, Cleveland, vuelta a jugar con Warriors, Houston y Portland, todo eso antes del 20 de diciembre, y tan solo con los “regalos” de Knicks. Utah y Lakers, equipos a los que se puede aspirar a ganar si Monty Williams es capaz de desterrar eso 4 pecados que ahora mismo están ahogando las posibilidades de PlayOffs de New Orleans Pelicans.

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