Tras nueve victorias consecutivas, estos Clippers parecían haber recuperado el gran nivel que mostraron durante el curso pasado, pero las dos derrotas seguidas de esta semana ante Wizards y Bucks han devuelto al equipo angelino a la cruda realidad.
Es un hecho que Los Clippers no dan con la tecla, el mismo Doc Rivers lo ha reconocido más de una vez esta temporada. Aunque presentan a estas altura de temporada un correcto balance de 16-7, el equipo no tiene la misma consistencia que el año pasado, el banquillo no está respondiendo como se esperaba y el sistema defensivo no es tan solido como al técnico le gustaría.
Pongamos un ejemplo de ello: En el conocido partido del «buzzer-beater» de Blake Griffin ante los Phoenix Suns, Los Clippers concedieron al equipo de Arizona 109.3 puntos por cada 100 posesiones, un 4% más de lo que promediaban durante la temporada. Además, los Suns lanzaron un 53% de sus triples sin oposición, lo que deja en evidencia los desajustes defensivos del conjunto de Doc Rivers.
Pero no solo la defensa en términos colectivos tiene defectos, la defensa individual de algunos jugadores angelinos también deja mucho que desear. Los Clippers no tienen un defensor exterior de consistencia, puesto que Matt Barnes no se encuentra en su mejor momento de forma, y es por esto, por lo que durante el ya mencionado partido contra Phoenix, Bledsoe estuvo desatado. Realizó un más que meritorio triple-doble ( 27 puntos, 16 asistencias y 11 rebotes). El pequeño base de los Suns buscó el emparejamiento defensivo con J.J. Redick durante toda la noche forzando situaciones de uno para uno contra el escolta angelino en infinidad de ocasiones.
Mientras que Chris Paul si es considerado un buen defensor exterior gracias a su gran capacidad para robar el balón, ni Jordan Farmar, ni Redick, ni Jamal Crawford son buenos en este ámbito. Aunque Griffin ha mejorado en el aspecto defensivo, sigue sin ser un defensor interior de élite. Por lo tanto, DeAndre Jordan deber ser el ancla defensiva del equipo, que gracias a su envergadura y capacidad de salto intimide a todo el que se acerque a la canasta.
Los californianos se sitúan en el puesto décimo-segundo en cuanto a eficacia defensiva. Reciben 103.5 puntos por cada 100 posesiones. La anterior temporada recibieron 101 puntos, lo que les stiuaba en el octavo puesto de la competición. En las victorias de este curso los Clippers reciben 100.9 puntos cada 100 posesiones,una marca que casi igualaría a la de uno de los mejores equipos defensivos de la liga, Los Grizzlies.
No obstante, en las derrotas Los Clippers sufren 109.4 puntos por 100 posesiones, una de las peores marcas de la liga. Estos datos nos invitan a pensar que el verdadero factor que diferencia a unos Clippers aspirantes al anillo o unos Clippers que no pasen de la primera ronda de playoffs es, sin ningún tipo de duda, la defensa.
El ataque no es uno de los grandes problemas para el equipo de Doc Rivers. Actualmente son los terceros en cuanto a eficacia de la NBA en ataque tras Dallas y Toronto, gracias a que anotan 110 puntos por cada 100 posesiones. Pero en las 16 victorias de los Clippers está temporada, el equipo anota 115.4 puntos por 100 posesiones, lo que les convertiría en el equipo más eficaz de la liga en cuanto a anotación se refiere. Sin embargo, en las derrotas, los angelinos solo anotan 98 puntos por cada 100 posesiones, una cifra bastante pobre que les colocaría en los últimos puestos de la clasificación. Un dato curioso que nos muestra la excepcional eficacia en ataque de los Dallas Mavericks (115 puntos por cada 100 posesiones) este curso es, que la temporada pasada, Los Clippers, anotando un punto menos (109) que en la actual campaña, fueron el equipo que mejor atacó de toda la NBA.
Durante la racha de nueve victorias consecutivas, los Clippers se enfrentaron a equipos como Orlando, Hornets, Jazz, Indiana o Pelicans, es decir, equipos «asequibles». Excepto Houton (con tres titulares lesionados) y Phoenix (que se ganó con en el ya mencionado triple de Griffin), el conjunto californiano no ha tenido rivales de su nivel hasta que la derrota de esta semana contra Los Wizards de John Wall y compañía.
Mucho tienen que mejorar estos Clippers para llegar a ser candidatos firmes al título. En una conferencia oeste tan exigente cada derrota sale muy cara, hasta tal punto que con un par de malos partidos consecuitvos se pueden perder varios puestos en la clasificación. Por suerte aún quedan muchos partidos y, con Doc Rivers como entrenador y con jugadores de tan alto nivel, mucho margen de mejora.