Los Pistons han hecho hoy oficial la noticia que nadie se esperaba, Josh Smith ha sido cortado.
Todo el mundo sabía que el experimento en el que estaba metido no acabaría bien, y muchos seguidores clamaban por un traspaso. Detroit carecía de muchas cosas, y la gran mayoría de ellas estaban relacionados con el puesto de alero. La falta de movilidad, de tiro exterior, de defensa y de intensidad han hecho que Van Gundy se haya cansado, y haya decidido cortar por lo sano. Antes de que esta acción se produjera, mucha gente pensaba en las múltiples opciones de traspaso que a Detroit se le presentaban. Habían puesto en el mercado a Smith y a Jennings, y Monroe acaba contrato este verano. Van Gundy tenía que tomar una decisión: traspasar a Monroe o a Smith. Todo giraba entorno al traspaso.
Detroit había estado ofreciendo a Josh sin tapujos durante estos días, y tan solo los Sacramento Kings habían mostrado un interés real. Ya el pasado verano los Pistons pudieron traspasarlo a la franquicia californiana por Carl Landry y Jason Thompson, pero Van Gundy, que había prometido a Smith que no le vendería no accedió al trato. Estos últimos días, las negociaciones con los Kings tampoco han dado sus frutos, y Van Gundy ha decidido cortar a Smith. El alero/ala pívot firmó con los Pistons el pasado verano un contrato de 4 años por 54 millones. Debido al corte, la franquicia de la Motown tan solo deberá abonarle 5,4 millones de dólares durante las próximas 5 temporadas. Josh Smith ha bajado todas sus estadísticas desde que juega en Detroit, y un cambio de aires era necesario para ambas partes.
Todo esto puede derivar en múltiples opciones. Todo el mundo daba a Monroe por traspasado, pero ahora que Smith se ha ido, podríamos decir con casi total seguridad que el power forward no se irá de momento de la Motown. Cuando termine la temporada, Detroit tendrá mucho dinero para gastar, ya que muchos jugadores terminan contrato. Monroe estaba buscando contratos por el máximo el pasado verano, y Detroit será uno de los pocos equipos que puedan aproximarse a esas cifras. Respecto al resto del equipo, los Pistons tienen una base joven. Drummond deslumbra en cada partido, y KCP sigue progresando como amenaza exterior. Seguramente Detroit se moverá durante esta temporada y en el siguiente verano para conseguir un buen alero, y debido a su situación en la clasificación, los Pistons pueden conseguir a un muy buen jugador en el Draft (Van Gundy no ha querido desprenderse de ninguna ronda para traspasar a Smith). El enigma que todavía queda presente es el de Jennings. Los Pistons lo han puesto en el mercado, y últimamente, el base parece más desconcentrado de lo habitual. Promedia menos puntos y asistencias que antes de su lesión, y sus minutos en pista han bajado considerablemente. No sería extraño verle hacer las maletas en los próximos días. Lo difícil será encontrarle un comprador.
Sea como sea, el presente es devastador. Los Pistons se quedan sin una referencia y ningún recambio en el horizonte. Con un récord de 5-23, los de Detroit encarrilan su séptimo año sin conocer la NBA después de abril, y la franquicia sigue sin encontrar un rumbo fijo para sus acciones. La fe ciega que ha depositado Tom Gores en Stan Van Gundy todavía no ha dado ningún buen resultado, y el Palace se va vaciando poco a poco derrota tras derrota.