Tras una temporada rookie más que decente, la participación en el concurso de mates en el año 2010, y una temporada (su 3ª) con 22.3 puntos por partido de media, nada hacía presagiar que la carrera de Eric Gordon se podía dar por finalizada con tan solo 26 años recién cumplidos el pasado mes de diciembre. Pero como tantas veces se atreve a contrariarnos la NBA, parece una certeza que el jugador nacido en Indiana no volverá a ser nunca ese escolta físico y atrevido de sus primeros años en Clippers.
Aquello ya es historia, muy reciente, pero sin ningún preaviso de consuelo para los aficionados de New Orleans Pelicans. Ahora mismo están en disposición de comerse el salario máximo de Eric Gordon, 14 millones esta temporada, y 15 la siguiente, con un jugador que pasa más rato en la enfermería que sobre la cancha.
El año pasado se perdió 18 partidos, más todos aquellos que jugó a medio gas. Esta campaña, fiel a su cita, a las primeras de cambio se lesionó frente a Utah Jazz el hombro izquierdo y tan solo ha podido disputar 12 encuentros. Ahora bien, aunque suene contradictorio, “bendita lesión”. Sin desear ningún tipo de mal a Eric Gordon, de hecho mandamos toda la energía del mundo para su pronta recuperación, sus partidos estaban dejando demasiado que desear: (0/6, 4/14, 0/6 o 2/8) eran algunas de sus series en tiros de campo. Eso regado con una media de 3 pérdidas por partido, y sobre todo una gran sensación de inseguridad, de no saber qué hacer con la pelota en sus manos.
Con este panorama está claro que Eric Gordon ha dejado de ser jugador franquicia (de Pelicans y de ninguna). De hecho, y teniendo en cuenta la evolución sobre lesiones y juego desde que llegó a New Orleans, y eso que tuvo una primera gran temporada, la realidad ha golpeado la cara del escolta en forma de mala suerte. Sus porcentajes en tiros de campo han empeorado, desde el 44-45% que se movía en Clippers, hasta situarse en el 39% de esta temporada. Lo mismo sucede en tiros libres, así como el aumento en los balones perdidos. Se trata de confianza en sí mismo, nula capacidad de superar las lesiones, y todos los fantasmas que se quieren sumar, pero ahora mismo Eric Gordon representa un problema para el equipo entrenado por Monty Williams, concretamente un problema de 14 millones.
¿Soluciones a Gordon?
Hacer basket-ficción sale barato. De este modo, y como da pistas la imagen, algunos de los jugadores que se encuentran en el margen salarial de Eric Gordon son: Dwyane Wade (15M), Luol Deng (9M), Chandler Parsons (14M), James Harden (14M), Rusell Westbrook (15M), Gordon Hayward (14M), o incluso por debajo Stephen Curry (10M), o especialistas como Jamal Crawford (5M).
Ni mucho menos hablamos de posibles rumores o algo por el estilo, puesto que el único interés que en estos momentos puede despertar Eric Gordon no es baloncestístico, sino tipo de “ingeniería económica” tan dada en la NBA para liberar espacio salarial y cosas así. Como decíamos anteriormente, son 14 millones este año, y 15 el que viene.
¿Soluciones? A corto plazo muy difíciles de imaginar. El problema es que se trata del salario más alto de New Orleans Pelicans. Y como se ha señalado, y todos los medios especializados que siguen a la franquicia lo dan por hecho: ni está, ni se le espera. Se trata de un lastre muerto para un equipo que pretendía reconstruir los cimientos. Esperar otro año y rezar porque pueda aportar algo parece lo más probable, teniendo en cuenta los problemas no confesables que están teniendo para traspasarlo.
Así, volvamos al basket-ficción pero teñido de realidad económica. Piensen en el actual momento de forma de Pelicans, donde el 50% entre victorias y derrotas parece una realidad asentada. Pues bien, sumen a algún jugador de esta lista y ahora fantaseen sobre las posibilidades que eso encierra. Un tirador (y este año más de todo) como Curry, o jugadores todoterreno como Parsons o Hayward. Sin duda, una lástima no poder rescatar al Gordon de 2010… entonces otro pelícano cantaría en el Oeste.
¡Esta noche vuelve! 😀