Si nos faltaba por ver alguna versión de Kobe Bryant, hemos salido de dudas 19 años después. En un mes de muchos cambios para él, y de muchas etapas, vemos nacer un Kobe casi 100% opuesto al habitual. Relegado a un descanso obligado de 3 partidos, alguno de más si por él hubiese sido, llegamos a una etapa en la que algunas directrices dirigen su nuevo rol.
Entre 6 y 8 minutos menos por partido, con menos tiros (lo que ha provocado un aumento en su porcentaje de aciertos) y con más responsabilidades que dejan algo de lado su fama de «killer». Sí, es point guard, y ejerce de ello. Más pendiente que nunca de los demás, sobre todo de Swaggy P, y enseñándonos que sabe más de lo que parece en el arte del noble pase.
Ante la ausencia de distribución de Lin (que sigue sufriendo par de gritos de la Mamba por partido) y de Price, ya que son básicamente anotadores, Kobe se ha quedado el papel de atraer las defensas, dejarles solos, para mandarles posteriormente sus respectivos telegramas.
Cierto es que todo tiene una explicación. Cabe pensar, que en esos tres partidos de descanso le ha dado muchas vueltas a el hecho de estar en los peores porcentajes de su carrera y que algo había que cambiar. No llega al 40%, y eso habiendo mejorado algo en los últimos 5 partidos. Eso, y las ventajas que da tener la temporada en stand by de manera permanente.
Todo eso da para pensar, y para cambiarle la muda a la serpiente. Y sí, nos gusta éste Kobe, nos gusta verle jugársela en pases de 20 metros, y demostrarle al personal que puede ser casi lo que él quiera. Gana él, ganan los dos bases, gana Young, y sobre todo gana Byron, que ha conseguido algo que nadie pudo: Decirle a Bryant lo que tiene que hacer, punto uno. Que lo entienda, punto dos. y que lo haga sin costarle un posible despido, punto tres. Al fin y al cabo, si alguien puede decirle a Kobe qué hacer, es él, que le vio nacer en una cancha.
20-6-6 contra Indiana, 15-9-8 con Memphis, Triple-Doble con 23-11-11 en Denver, 10-8-7 con Phoenix y anoche 4-7-6 contra Clippers en su peor noche desde su vuelta, son muestras de ese nuevo look de La Mamba. Eso sí, bien mezclado con algo que no debemos perder de vista: Bola para ganar en Memphis, con triple para ponerse a 1 previo incluido, resolviendo la papeleta con Indiana en el último minuto, game winner incluído… Sí, cambia la piel, pero no debe perder la perspectiva. Es el mejor, y debe seguir siéndolo, y eso ahora incluye en su Biblia hacer mejores al resto como pueda, algunos ya lo notan, a nosotros que lo vemos, nos gusta ¿Quién dijo que la serpiente más mortífera del Mundo sólo tiene una manera de matar? Say hi to the New Mamba
Alberto Pereiro
@AlbertoPereiro