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Houston Rockets demostró quien es el equipo que más triples anota en la NBA, dominando de principio a fin en su visita al Barclays Center de Brooklyn merced a sus tiradores de larga distancia. Los de Kevin McHale anotaron hasta 16 tiros de 3, haciendo imposible que los Nets pudieran mantener el ritmo anotador. Al final, victoria clara visitante, 113-99, que confirma las dinámicas de ambos conjuntos. Rockets suma con esta su cuarta consecutiva mientras que Brooklyn lleva 6 encuentros sin conocer el sabor del triunfo. Además, Houston suma su 15ª victoria en sus últimos 16 enfrentamientos con los Nets. Se podría decir que el resultado era predecible.
Además de la exhibición ofensiva visitante, lo más destacado del encuentro fue el amago de tangana que se originó al poco de comenzar el partido, de nuevo con Kevin Garnett como protagonista principal. El veterano jugador tuvo sus más y sus menos con Dwight Howard tras hacerle falta en su lucha por la posición en la zona. Tras un breve intercambio de palabras, KG lanzó un cabezazo directo ante su rival, provocando la respuesta de éste y el consiguiente tumulto. Una imagen vale más que mil palabras.
La desagradable situación se resolvió con técnica para Howard y expulsión de Garnett, la octava de su carrera y la primera desde que viste la camiseta de Brooklyn. Lo peor para los locales es que puede que este no acabe aquí, y se espera una sanción de varios partidos para KG por su actitud combativa.
Y así comenzó el partido, con ambos equipos muy calientes, anotando todo lo que tiraban. En el minuto 5, el marcador era ya de 23-14 para Rockets, que aún no habían fallado ni un tiro a canasta. Harden, con 15 puntos en este cuarto, guiaba a los suyos, mientras que Plumlee y Jarrett Jack mantenían a Brooklyn dentro del partido. Al final del primero, ambos equipos habían anotado más de un 60% de sus tiros, pero el acierto desde el triple daba a Houston la ventaja, 37-28.
Con las rotaciones llegó un enfriamiento momentáneo de los visitantes, cosa que aprovechó Brooklyn, con buenos momentos de Lopez y Bogdanovic, para acortar distancias, situándose a escasos 4 puntos, 43-47, en el minuto 19. Volvieron Harden y Howard para reactivar la ofensiva de los Rockets, que hasta entonces no pasaban del 35% de tiro de campo en este parcial. Harden acabó la primera parte con 20 puntos, haciéndolo todo muy fácil y dejando la sensación que casi no había ni aparecido, lo cual dice mucho de su eficiencia en este partido. Al descanso, 60-52 para los visitantes.
El parón no afectó lo más mínimo a Houston, que volvió a salir lanzado, logrando su máxima ventaja hasta el momento, 68-54 en el minuto 27, tras dos triples consecutivos de Motiejunas y Harden. Los Nets intentaban replicar, pero la pésima racha del equipo desde el triple (22 % en los 5 partidos anteriores) no hacía más que continuar, impidiendo a los de Hollins acortar distancias. Así, con Brooklyn enfriando su ataque y Houston disfrutando de un plácido viaje y de las diabluras de Harden, se llegaba al final del tercero con una diferencia insalvable a tenor de las sensaciones que ofrecía el choque, 86-70 para los de McHale.
El último periodo sólo nos dejó 12 minutos de juego intrascendente para el divertimiento de los reservas visitantes, especialmente Jason Terry, que se explayó lo que quiso desde el triple, en la que era su vuelta al Barclays Center tras haberlo abandonado por la puerta de atrás durante la temporada pasada. Brooklyn maquilló un poco el resultado, pero no evitó dejar la sensación que hoy por hoy les separa mucha distancia de los equipos punteros en la NBA.
Como no podía ser de otra manera, el mejor hombre de Houston fue el de casi siempre, James Harden. El escolta anotó 30 puntos en menos de 30 minutos, dejando muestras de su inagotable calidad y levantando incluso cánticos de «MVP, MVP». No necesitó amasar el balón, y consiguió sus puntos con un excelente 9/13 en tiros de campo, incluyendo 4 triples.
Su principal apoyo fue Donatas Motiejunas, que consiguió un doble-doble con 18 puntos y 11 rebotes. le siguieron Ariza con 12 y Smith, desde el banquillo, con 13. No fue el partido de Howard, que se quedó en unos humildes 8 puntos y 5 rebotes.
Por parte de Brooklyn, pocas sensaciones positivas. La más destacable, la continua evolución de Mason Plumlee, que acabó el partido con la máxima anotación de su carrera en la NBA, 24 puntos, y sumando 10 rebotes. Además, el pívot de segundo año consiguió superar la barrera del 90% de tiro de campo (en partidos con más de 10 intentos) por tercera vez esta temporada.
La otra cara de la moneda para los de Hollins fue Bogdanovic, que parece estar recuperando su confianza, aunque sigue con sus problemas (como el resto del equipo) desde la larga distancia. 13 puntos para el croata, que volvió a ser titular por segundo partido consecutivo, en detrimento de Karasev.
Tras descansar hoy, Brooklyn se medirá a otro hueso del oeste, Memphis Grizzlies, de nuevo en el Barclays. Por su parte, Houston también descansará hoy, y visitará a Orlando Magic en la noche del miercoles al jueves, en lo que será una buena oportunidad para extender a 5 su racha de victorias.