Cuando una estrella se apaga otra aparece, más que frase poética eso fue una realidad anoche para los Miami Heat, que jugaron su segundo partido sin Dwyane Wade y debieron echar mano de todos sus recursos para lograr una victoria importante en el Sleep Train Arena de Sacramento.
Mientras Wade descansaba, debido a una lesión en sus isquiotibiales, el quintento de Eric Spoelstra se inspiró frente a los Kings y los derrotó 95 a 83. La gran victoria del conjunto de Florida se puede resumir en dos formas particulares: (1) jugaron una gran defensiva y (2) Chris Bosh «aprovechó» que Wade no se vistió de corto para tomar la capitanía del equipo y jugar un extraordinario partido.
El primero objetivo, frenar todo avance ofensivo de los Kings, se cumplió a cabalidad. El cuadro californiano apenas llegó a un 42,7 por ciento de lanzamientos de campo. Los Heat controlaron muy bien a DeMarcus Cousins, que fue quien cargó con la ofensiva real con 17 puntos. El pívot de Sacramento marcó 14 puntos en la primera mitad y después del descanso no tuvo espacio para jugar claramente; además tuvo 8 pérdidas de balón. Esto, sumado a la ausencia de Rudy Gay por una lesión en su rodilla izquierda, codejaron a los Kings sin opciones de una ofensiva. Sobre esta labor defensiva se manifestó Chris Bosh:
«Cousins es difícil de parar. Queríamos darle un montón de presión y tratar de detenerlo, estábamos tratando de no hacerle faltas y enviarlo a la línea. En la mayor parte del tiempo, lo que queríamos hacer funcionó».
Si en la defensiva estuvieron bien, al ataque los Heat también se lucieron. Bosh encabezó la lista de anotadores con 30 puntos, a los que les sumó 7 rebotes y 3 robos; el ala pívot encajó los tres lanzamientos de triples que intentó. Luol Deng también estuvo muy prendido y llegó a los 25 puntos, convirtiéndose en la mancuerna perfecta de Wade. Al final del partido el coach de Miami habló del gran partido de sus dirigidos:
«La victoria de esta noche se enfocó en comprometerse a parar a un buen equipo ofensivo a 83 puntos (los Kings) son un equipo ofensivo talentoso y estábamos realmente tratando de conseguir detenerlos».
Con este triunfo de visitantes, los Heat llegan a una campaña de 18-22 y ubicados en la séptima posición del este, buscando llegar a los Playoffs en su primer año luego de la Era-LeBron. Los Kings, en cambio, van 16-23 en la temporada y cada vez se hunden más en los últimos lugares del oeste. El coach Tyrone Corbin habló de cómo Miami los venció a placer:
«Creo que no pudimos entrar en ritmo en toda la noche. Miami quería jugar a un ritmo lento, por lo que habíamos hablado de acelerar el ritmo y mover el balón en la duela. Terminamos cayendo en una trampa y jugando a un ritmo que fue favorable para el otro equipo».
Para Miami este es un envión anímico, que sumado a un buen descanso, esperan que los tenga listos para el próximo partido en su casa frente a los Oklahoma City Thunder. Los Kings, por otro lado, reciben a Los Angeles Clippers este sábado.