Omer Asik, ni rastro de la pasión turca

LA DEFENSA NO MEJORA EN PELICANS
Foto | USAToday

Hace apenas 6 meses en este mismo espacio, concretamente el 25 de julio, un servidor escribía sobre la importancia que tendría la llegada de Omer Asik a New Orleans Pelicans. El cambio en el estilo de juego de Anthony Davis (para mejor), una mayor solidez defensiva, un incremento de la capacidad física… Pues bien, todo eso se ha ido viendo partido a partido como hago falso e inefectivo.

Por ejemplo, empezando por lo primero, la llegada de Omer Asik efectivamente hacía presagiar que Anthony Davis no tendría que asumir tanta responsabilidad en defensa. Pues bien, todo lo contrario. La joven estrella de Pelicans, además de redoblar esfuerzos en ataque, llevando su anotación a records históricos, tiene que asumir un papel prioritario en defensa durante los “minutos calientes” de partido porque el turco ni está, ni se le espera.

Los Pelicans permiten a sus rivales un 51.3% en tiros de campo con Omer Asik en cancha y Anthony Davis en el banquillo. Cuando Anthony Davis está en la pista y el pívot turco está en el banquillo New Orleans permite a sus oponentes un 46.1% de acierto en sus lanzamientos. Cuando tanto Anthony Davis como Omer Asik coinciden en pista, la defensa de los Pelicans mejora un poco, hasta permitir a sus rivales un 45.2% en tiros de campo. Vemos aquí la poca influencia defensiva del que se suponía iba a ser el ancla del equipo y que el sustento real en la parte de atrás del equipo es Anthony Davis, que se tiene que multiplicar en los dos zonas del campo.

Lo que realmente es preocupante es la regresión que sufre el juego ofensivo de Davis cuando Omer Asik está en pista, llevando al ala-pívot a jugar mucho más por fuera. Anthony Davis reparte casi equitativamente sus tiros esta temporada entre los lanzamientos en la zona y fuera de ella. Cuando forma quinteto con el turco, lanza solo un 30% de sus intentos a 3 metros o menos del aro.

En cuanto a la defensa propiamente dicha, y con los números sobre la cancha, tampoco hay una visión optimista: New Orleans Pelicans ocupa el puesto 17º como equipo que menos puntos recibe (100.5). Algo bastante alejado de esos presagios en el mes de julio. Pero los datos negativos no acaban. El equipo de Monty Williams ocupa el puesto 25º en el porcentaje en tiros de campo de sus rivales (46%), es decir, lo que consiguen cuando juegan contra ellos. Asimismo, en los rebotes que permite coger a los contrincantes en cada partido (41.8), pese a estar en 7º lugar, no deja de ser algo que supuestamente deberían haber mejorado, ya que el año pasado dejaban cogerse 41.7 rebotes por partido.

Todos estos datos son interpretables y están sujetos a la valoración personal de cada uno. Pero si vamos al detalle con el turco de manera individual no hay margen para la mejora. En cuanto al ataque, la faceta en la que tampoco tendría por qué sobresalir, efectivamente no lo hace. De haber estado en temporada anteriores en el 54-55%, ha bajado a un 50%, y eso en el mejor de los días. Que un pívot que no sale de la zona para absolutamente nada tenga ese porcentaje de tiro, ya indica que no está siendo capaz de meter ni lo que tiene debajo del aro.

Pero en defensa igual. Mantiene un número de rebotes de 10 por partidos, pero siendo en su mayoría de fallo en tiros libres sin rival, o acciones similares. De hecho, otra dato muy alarmante en este aspecto defensivo es que está poniendo menos tapones (0.8) que por ejemplo Jason Smith la pasada campaña en el mes de diciembre (1.2). ¡Menos que Jason Smith!

¿Y sin números?

Vale, dejemos atrás el frío juego de los números, que a veces son algo secundario en esto del baloncesto. ¿Qué tal lo está haciendo Omer Asik esta temporada? Pues siendo objetivo habría que decir que entre mal y lamentable. La orquilla es amplia, así que cada uno puede coger lo que convenga.

No se sabe muy bien si es un problema de actitud, de dinero, de forma física, de no haberse adaptado al equipo, pero Asik está a años luz del jugador que hizo tan buen papel en Houston hace un par de años, o ese que algunos veranos ha dominado con Turquía. Ni corre, ni salta, ni hace mates cuando debe… siempre despistado, perdiendo la bola, ajeno al juego. Cada vez que recibe el balón en la pintura, o consigue milagrosamente algún rebote ofensivo en el que Anthony Davis no lo haya dejado ya bastante maduro… ¡no hace nada! Amaga, amaga… y la pierde.

2/7, 0/4, 1/7, 1/5… esto es solo un muestreo de alguien que juega a medio metro del aro. ¡Cómo es posible! Por desgracia la actuación de Omer Asik es un perfecto retrato de la andadura de New Orleans Pelicans esta temporada. Sin alma, sin espíritu… sin nada que aportar.

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