18 de Marzo de 1.995. Hacía ya 1 año, 5 meses y 12 días que el mejor jugador de baloncesto de la historia había anunciado su retirada de las canchas en una multitudinaria rueda de prensa. La retirada llega justamente en un momento dulce de su carrera deportiva, tras conseguir su tercer anillo de forma consecutiva ante los Phoenix Suns comandados por el MVP de la temporada Charles Barkley por 4-2. Pero lo que dentro de la pista parecía ser una vida perfecta y ordenada, fuera de ella nada tenía que ver con tantos logros y éxitos.
Sus éxitos se empiezan a ver empañados por rumores de una cierta adicción al juego, la cual Jordan nunca desmintió en público, se ve implicado (de forma indirecta eso sí) en un caso de asesinato del cual sale indemne a ojos de la justicia. A todo esto se le une el hastío de un Jordan acostumbrado a ganar y pasar por encima a sus rivales en busca constante de nuevos retos que superar, es por esto que se comienza a especular con su retirada para probar en el béisbol, otra de sus pasiones.
Por otro lado, el asesinato de su padre que desapareció el 22 de Julio de 1993 y cuyo cadáver fue encontrado el 3 de agosto del mismo año, aceleró el proceso. Tras su retirada Jordan se pasó poco más de un año mendigando un hueco en el mundo del béisbol sin demasiado resultado.
Tras haber probado en el deporte nacional de Estados Unidos y haber entrenado cerca de dos semanas en el Berto Center (instalaciones de entrenamiento de los Chicago Bulls), el 18 de marzo de 1995, el agente de Jordan, David Falk, recibió una llamada de su representado para que acudiese ese mismo día junto con la mano derecha del agente, Curtis Polk, y se vieran en la casa del todavía ex-jugador.
A pesar de que Jordan es conocido por ser el que guía su vida, siempre ha pedido consejo a aquellas personas que se encuentran dentro de su círculo de confianza y es por esto por lo que recurrió a David Falk y Curtis Polk para madurar una de las decisiones más importantes de su carrera, volver o no volver. De hecho, antes de consultar con su agente, Jordan trató el tema con el que había sido su entrenador, Phil Jackson, para valorar su vuelta a las canchas e incluso la cantidad de partidos y minutos que debería de disputar en caso de volver. Jordan planteó volver únicamente para los Playoffs, a lo que Jackson se negó en rotundo ya que consideraba que el escolta necesitaría unos 20 partidos de rodaje para poder ofrecer su mejor versión y así ayudar a los Bulls a alcanzar el que sería su cuarto anillo en 5 temporadas.
Tras discutir el tema ambos acordaron que Michael volvería para disputar 17 partidos de temporada regular antes de encarar los Playoffs de 1995.
Pero sigamos con el viaje de Falk y Polk a Chicago. Durante el viaje ninguno conocía las intenciones de su cliente y todo eran especulaciones. Era muy habitual que Michael Jordan citara a personas de su confianza en su casa de Chicago para conocer sus opiniones sobre cualquier tema. Seguramente lo último que esperaban fuera el desenlace de su viaje.
Al llegar, Jordan les planteó la cuestión de una posible vuelta a las canchas. Les expuso que había estado entrenando en solitario, siguiendo la liga y que estaba preparado para aceptar otro reto…el de volver a ser el mejor. Entre los tres estuvieron valorando los pros y los contras de su regreso a la disciplina de los Bulls. De hecho Polk lo recuerda de la siguiente manera:
«No era para nada lo que nos esperábamos. Si no hubiera sido por la huelga de jugadores de béisbol no sé si se hubiera planteado volver. Él realmente disfrutaba de lo que hacía y de un ambiente no tan cargado como cuando jugaba en la NBA. Es un hombre muy competitivo y trabajaba para llevar su nivel de jugador de béisbol al que tenía como jugador de baloncesto«
Ese mismo día Jordan comunicó su decisión de volver a ser jugador de baloncesto, primero a su entrenador Phil Jackson y al dueño de los Chicago Bulls Jerry Reinsdorf. Falk se encargó de llamar personalmente al por entonces comisionado David Stern y a Dick Eberol, directivo de NBC Sports para darles la noticia.
Tras dichas llamadas Falk trató de escribir varias veces un comunicado de prensa que transmitiera los sentimientos de Jordan sobre su vuelta y que mostrara todo lo que su cliente había echado de menos el baloncesto, pero Jordan rechazaba todos los borradores. Así fue como Jordan tomo el mando, una vez más, y mostrando el mismo estilo que demostraba en la cancha, directo e implacable, plasmó las siguientes palabras:
«I´m back«
«Él no necesitaba dar ninguna explicación o justificar su decisión -explica Falk– Yo creía que era un gran escritor, escribiendo una gran nota de prensa sobre el regreso de Michael hasta que me dijo, Déjame hacer esto a mí. Se sentó durante dos minutos y escribió la frase que todos conocemos. Era Michael Jordan en estado puro; elegante y simple, expresaba todo lo que el sentía«
Jordan volvía a pisar una cancha de la NBA al día siguiente de anunciar su vuelta, el 19 de marzo de 1995 ante los Indiana Pacers. En ese partido un Jordan que lucía el número 45 a la espalda debido a que su característico 23 estaba retirado por la franquicia de Illinois, anotó 19 puntos. A pesar del efecto moral sobre el equipo, los Bulls perdieron ese partido. Los de Chicago alcanzaron esa temporada la final de la conferencia Este pero fueron eliminados por unos Orlando Magic liderados por Shaquille O´Neal y Penny Hardaway.
A partir de ahí el resto es historia conocida por todos los amantes del deporte de la canasta. 3 títulos de la NBA y 2 MVP incluidos.
Y es que nunca dos simples palabras bastaron para hacer felices a tantos millones de personas.