Se presuponía un emotivo encuentro por ser el último de temporada en el Energy Solutions Arena y porque los aficionados de los Utah Jazz han terminado la temporada con un dulce sabor de boca. Tras la travesía por el desierto que significaron los años del Ty Corbin y el dubitativo y perdedor comienzo de Quin Snyder, vino la resurrección de este equipo tras el All-Star y la salida de Enes Kanter. Un renacimiento que ha logrado colocar al equipo entre los mejores de toda la NBA a partir del citado periodo. Y no solo importa lo conseguido, sino cómo se ha llegado a esto. Llenando de orgullo a los, ya de por sí orgullosos, aficionados de SLC: un entrenador y cuerpo técnico novatos, un equipo plagado también de novatos y jugadores provenientes de la D-League contruyendo un equipo ganador a través de la defensa. Los aficionados estaban deseosos de agradecer el año y los jugadores de hacer lo propio por el apoyo incondicional de estos.
Los Mavericks viven en otra planta de la Liga. Esto de llenar el equipo con novatos y temporeros les debe sonar a chino en Dallas. Ellos son un equipo instalado en la élite desde hace muchos años. En su plantilla cuentan con jugadores estelares que tienen puesta su mente en los Play Offs que están a la vuelta de la esquina. Su temporada va a ser bastante mas larga que la de los chicos de Snyder, quizá por ello Rick Carlisle optó por hacer jugar a un equipo de circunstancias plagado de suplentes. Causaron baja en el partido Nowitzki, Ellis, Parsons y Chandler, casi nada. Cuatro titulares. Aunque por parte de Utah también contaba con importantísimas bajas: sus dos estrellas Hayward y Favors y la baja de larga duración de Alec Burks.
El partido comenzó con los dos jugadores interiores de Dallas mostrando su calidad. Stoudamire y Villanueva iban a ser los encargados de lidiar con Gobert y Booker y comenzaban anotando. Un Exum muy activo se apoyaba en Gobert para dar la replica, se les sumaban Booker e Ingles y parecían imponerse en el marcador ya que en Dallas no producían mas que sus interiores., su juego exterior tardaba en aparecer. Al final del primer cuarto comenzó a anotar el que sería la gran sorpresa del partido: Bryce Cotton. Un primer cuarto que terminaba con los Jazz 3 puntos arriba y dejaba claro que con tanto suplente el la cancha el resultado y el espectáculo eran inciertos.
En el segundo cuarto los suplentes de los suplentes consumían minutos dando alternativas en el marcador nada definitivas. Barea sumaba como casi siempre, Aminu y Rondo se le unían y el interior Maverick hacia lo que podía ante un Rudy Gobert que tiene partidos, como el de ayer, incontestables en la pintura. Nada podía hacer para pararle, yéndose al banquillo antes del descanso con 17 puntos y 9 rebotes, y aunque Booker e Ingles se mostraban activos, la ausencia del gigante francés fue aprovechada por Dallas para cargar su juego interior e igualar el marcador antes de irse a los vestuarios. 57-57 y todo por decidir.
En la reanudación Stoudemire se plantaba en los 15 puntos demostrando que cuando esta bien físicamente sigue siendo un gran jugador, pero sus compañeros parecía que se habían dejado los arrestos en el vestuario. Los Jazz se hicieron con le partido a base de triples. Booker, Hood, Exum, Johnson, Cotton…no sumaban si no era de tres en tres, los jugadores de Rick Carlisle no reaccionaban y los Jazz, para deleite de sus aficionados, terminaban el tercer cuarto ganando por casi 20 puntos: 87-69.
Hubo momentos en los que el marcador del ultimo cuarto parecía roto, nada se movía. La tímida reacción de Dallas venia de manos del pequeño Barea y los demás no eran capaces de seguirle el ritmo anotador. Snyder seguía moviendo banquillo y el D-League Club demostraba lo importante que ha sido este año para los Jazz la liga de desarrollo: Johnson llegaba a los 13 puntos, Millsap, Jerrett y Cooley disponían de minutos y el pequeño Cotton simplemente se salía. Nada cambio en el partido. Los últimos minutos fueron para oxigenar piernas en Dallas y para que todos tuviesen protagonismo en Utah. El resultado final, 92-109, no dejaba dudas, y las actuaciones personales de Gobert (20p/17r/3t) y Cotton (21 puntos en 26 minutos) tampoco.
Por parte de los Dallas Mavericks no cabe duda que estando sanos y con tanta calidad en la plantilla han de protagonizar por fuerza apasionantes jornadas en los Play Off que se avecinan, aunque ¿hasta donde serán capaces de llegar?